Corea del Norte dijo el miércoles que más de un millón de personas se han recuperado ya de supuestos casos de COVID-19 apenas una semana después de reconocer un brote que parece estar tratando por su cuenta, mientras expertos mundiales mostraron su profunda preocupación por la amenaza para la salud pública.
La comandancia estatal de lucha contra el virus anunció 232 mil 880 nuevos casos de fiebre y otros seis decesos en reportes en medios estatales el miércoles. Con estos, el total de fallecidos se eleva a 62 mientras que el de enfermos supera la barrera de los 1.7 millones desde finales de abril. Según las autoridades, al menos 691 mil 170 personas siguen en cuarentena.
Los expertos extranjeros creen que la mayoría de las fiebres se corresponderían con positivos al COVID-19, pero el Norte carece de tests para confirmar los contagios. Casi con toda seguridad, el brote sería mucho mayor que la cifra de afectados por las fiebres, ya que el virus puede ser portado y propagado por personas que no presentan fiebre ni otros síntomas.
Tampoco estuvo claro cómo más de un millón de personas se ha recuperado tan rápido cuando existen pocos fármacos, equipos médicos e instalaciones para atender a sus 26 millones de habitantes, que no están vacunados. Algunos expertos sostienen que las autoridades dan el alta de la cuarentena a aquellos cuya fiebre remite.
En todo el mundo, el COVID-19 ha matado a unos 6.3 millones de personas, pero se cree que la cifra real sería mucho mayor. Países con brotes de un tamaño similar al norcoreano han confirmado miles de fallecimientos.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo el martes que Pyongyang no ha respondido al pedido de la agencia de Naciones Unidas para que comparta más datos sobre su brote.
Antes de reconocer los contagios por primera vez la semana pasada, el Norte mantenía la dudosa afirmación de que no había registrado casos de COVID-19. Además, rechazó millones de dosis de vacunas ofrecidas por el programa COVAX, respaldado por la ONU, posiblemente por las exigencias de control internacional que supone.
Corea del Norte y Eritrea son los únicos estados soberanos de la ONU sin campañas de vacunación contra el coronavirus. Tedros señaló que ninguno de ellos ha respondido a las ofertas de la agencia para enviar vacunas, medicamentos, pruebas de detección y apoyo técnico.
“La OMS está profundamente preocupada por el riesgo de una mayor propagación (en Corea del Norte)”, afirmó Tedros, quien destacó que el país tiene un número preocupante de personas con enfermedades previas en peligro de padecer un cuadro grave de la enfermedad.
El jefe de emergencias de la OMS, el doctor Michael Ryan, apuntó que cualquier propagación no controlada del virus podría causar la aparición de nuevas variantes, pero reconoció que la OMS no tiene poder para actuar a menos que esas naciones acepten su ayuda.
Hasta el momento, el Norte ha ignorado las ofertas de su vecino y rival Corea del Sur para el envío de vacunas, fármacos y personal sanitario, pero los expertos sostienen que podría estar más dispuesto a aceptar la ayuda de China, su principal aliado. El gobierno surcoreano dijo que no podía confirmar los reportes que apuntaban que Pyongyang llevó varios aviones a China en la víspera para recoger suministros de emergencia.
Durante una reunión del Politburó del partido gobernante el martes, los funcionarios norcoreanos expresaron su confianza en que el país pueda superar la crisis por su cuenta, y los miembros del organismo discutieron vías para “seguir manteniendo las buenas oportunidades en el frente general de la prevención de la pandemia”, reportó la Agencia Central de Noticias de Corea el miércoles.