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Rusia ataca los últimos reductos al este de Ucrania

Al menos mil 500 personas han muerto en Sievierodonetsk desde que comenzó la invasión rusa.

Las fuerzas rusas cañonearon los últimos reductos ucranianos en una provincia del este controlada por separatistas. (AP)

Las fuerzas rusas cañonearon los últimos reductos ucranianos en una provincia del este controlada por separatistas, entre ellos una ciudad donde han muerto mil 500 personas y se han destruido el 60 por ciento de los edificios residenciales desde el inicio de la guerra, según las autoridades.

El canciller ucraniano detectará que, sin una nueva inyección de armas extranjeras, será imposible que Rusia se apodere de Sievierodonetsk y la vecina Lysychansk, localidades cruciales para que Rusia termine de ocupar la región industrial de Donbás.

Son las últimas zonas bajo control ucraniano en Luhansk, una de dos provincias que constituyen la región. Las fuerzas rusas avanzan de manera lenta pero persistente al bombardear y tratar de rodear Lysychansk y Sievierodonetsk.

Los rusos cañonean los barrios residenciales de manera incesante”, dijo el viernes el gobernador Serhiy Haidai en un mensaje por Telegram. “Los habitantes de Sievierodonetsk han olvidado cuándo fue la última vez que hubo media hora de silencio en la ciudad”.

Los obuses rusos mataron a cuatro personas en la ciudad en las últimas 24 horas, agregó.

El alcalde, Oleksandr Stryuk, dijo el jueves por la noche que al menos mil 500 personas han muerto en Sievierodonetsk desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero. Unas 12 mil a 13 mil quedaron en la ciudad —de 100 mil que había antes de la guerra— y el 60 por ciento de los edificios residenciales están destruidos, precisó.

Stryuk dijo que un grupo de exploración y sabotaje ruso entró en un hotel y que el camino principal entre la vecina Lysychansk y la ciudad de Bajmut hacia el suroeste sigue abierto, pero es peligroso. Se pudo trasladar apenas a 12 personas el jueves.

En Donetsk, la otra provincia de Donbás, rebeldes respaldados por Rusia dijeron controlar Lyman, un importante centro ferroviario al norte de otras dos ciudades cruciales bajo control ucraniano. Las autoridades ucranianas no confirmaron de inmediato el hecho.

Al disiparse las esperanzas de detener la ofensiva rusa, el canciller Dmytro Kuleba imploró a las naciones occidentales que envíen más armas para que los defensores puedan “rechazar” a las fuerzas rusas.

“Necesitamos armas pesadas. La única posición donde Rusia nos supera es en la cantidad de armas pesadas que tienen. Sin artillería, sin sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes no podemos rechazarlos”, dijo Kuleba en un video publicado en Twitter el jueves por la noche.

Dijo que la situación en el este era “peor de lo que dice la gente... Si de veras les importa Ucrania, (manden) armas, armas y más armas”.

En su discurso vespertino a la nación, el presidente Volodymyr Zelenskyy criticó duramente a la Unión Europea, que no ha acordado una sexta ronda de sanciones, que incluye el embargo del petróleo ruso.

“Desde luego, agradezco a los amigos que promueven nuevas sanciones afirmó”, el mandatario ucraniano. “Pero, ¿dónde adquirirán tanto poder los que bloquearán el sexto paquete? ¿Por qué se les permite tener tanto poder, incluso en procedimientos intraeuropeos?”.

Zelenskyy habló sin vueltas sobre lo que está en juego en la batalla por el este de Ucrania.

“La presión sobre Rusia es cuestión de salvar vidas”, dijo. “Y con cada día de demora, debilidad, disputas varias o propuestas para ‘apaciguar’ al agresor a expensas de la víctima aumentan las muertes de ucranianos. Adicionalmente, las amenazas a todos en nuestro continente”.

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