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Reino Unido quemará cubrebocas valuados en millones de libras: ¿por qué?

Parte de ese equipo protector fue adquirido en el primer año de la pandemia, cuando los países ‘peleaban’ por equipo de protección.

Una investigación encontró que se perdió 75% de los 12 mil millones de libras gastados en el primer año de la pandemia (Jon Super/AP)

El Gobierno británico planea incinerar miles de millones de libras en equipo protector personal inutilizable adquirido apresuradamente durante la pandemia de COVID-19, informó este viernes la agencia que monitorea los gastos públicos.

La idea de incinerar las mascarillas, batas y otro equipo para generar electricidad no fue bien recibida por el comité supervisor. El panel investiga cómo el gobierno gastó 4 mil millones de libras (5 mil millones de dólares) en equipo de protección que tiene que ser desechado porque es defectuoso o no satisface los requerimientos británicos.

La comisión parlamentaria de cuentas públicas apuntó que el gobierno planeaba deshacerse de 15 mil pares de equipo por mes “vía una combinación de reciclaje e incineración para generar electricidad”.

“Los costos y el impacto ambiental de deshacerse del equipo excedente e inutilizable no están claros”, comentó.

Pat Cullen, director ejecutivo del Royal College of Nursing, un organismo profesional de enfermeros, acusó al gobierno de “hacer humo miles de millones de libras”.

El gobierno aseguró que no todo el equipo será incinerado. El Departamento de Salud dijo que solamente 670 millones de libras (835 millones de dólares) en equipo era “inutilizable en cualquier contexto”. Aclaró que parte del excedente sería reciclado para uso por dentistas o donado a organizaciones de bien público, agencias de transporte y otros países.

En un reporte, el panel de cuentas públicas concluyó que el Departamento de Salud perdió 75 por ciento de los 12 mil millones de libras gastados en equipo protector en el primer año de la pandemia, debido a precios inflados y productos defectuosos.

La legisladora de la oposición laborista Meg Hillier, que encabeza el panel, dijo que el asunto es “quizás el episodio más vergonzoso en la respuesta del gobierno británico a la pandemia”.

A su vez, el ministro de gobierno Robin Walker reconoció este viernes que “se cometieron errores” a inicios de la pandemia, pero argumentó que fue “una situación totalmente sin precedentes” en la que países en todo el mundo estaban apresurando la obtención de equipo durante una crisis de salud.

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