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¿De regreso al ‘nido’? Padres ayudan a sus hijos a conseguir casa en EU

La inflación y tasas de interés más altas dificultan que los jóvenes puedan adquirir una casa, por lo que sus padres los ayudan con las hipotecas, la renta o comprando la casa.

A pesar de que el mercado inmobiliario de Estados Unidos muestra signos de enfriamiento, la inflación —que está en su nivel más alto en 40 años— y tasas de interés más altas dificultan que los jóvenes que buscan casa compren propiedades, al menos por su cuenta.

Cada vez es más común que los padres ayuden a sus hijos adultos a comprar casa, ya sea firmando conjuntamente una hipoteca, dando dinero para el pago inicial o comprando la propiedad directamente, de acuerdo con agentes inmobiliarios en Estados Unidos.

En Nueva York, Becki Danchik, de Coldwell Banker Warburg, dice que nunca había visto a tantos padres comprando casas para sus hijos o con ellos en sus 15 años como corredora. Desde enero pasado ha trabajado con cuatro clientes combinados de padres e hijos, tres de los cuales pagan todo en efectivo.

“Tiene mucho que ver con que los precios de alquiler sean tan altos”, dijo. “Sienten que es un desperdicio tirar el dinero en el alquiler cuando pueden capitalizar el mercado de ventas en este momento”.

Las familias acomodadas han ayudado durante mucho tiempo a sus parientes a encontrar un lugar como nuevos propietarios, particularmente en áreas metropolitanas caras, dicen los agentes. Pero, ahora, esa asistencia es crucial más que nunca, con los precios de las viviendas altísimos y las tasas hipotecarias por encima de cinco por ciento. Además, los bienes raíces se ven cada vez más como una protección contra la inflación y una mejor opción que pagar el alquiler.

Precio de la renta va en aumento

Karen Rowan decidió ayudar a su hija de 24 años, Kassidy Leonard, a comprar una casa de tres habitaciones por 330 mil dólares en Denver el año pasado. Leonard había estado alquilando un apartamento de una habitación en el mercado inmobiliario de moda de la ciudad cuando el propietario subió el alquiler de mil 400 a mil 600 dólares por mes.

La empresaria de 48 años proporcionó alrededor de 30 mil dólares para el pago inicial y los costos de cierre y firmó conjuntamente la hipoteca de su hija para ayudarla a calificar para el préstamo. La decisión resultó más de un año después, cunado el valor de la propiedad aumentó en casi 100 mil dólares, dijo Rowan.

“La cantidad que estaba pagando era aproximadamente la misma que el pago de una casa: ya no tenía sentido desde el punto de vista financiero”, dijo Rowan. “Ella ya recuperó suficiente dinero para el pago inicial y obtuvo una ganancia. Ahora puede aprovechar ese dinero para otra cosa en algún momento del camino”.

El banco de mamá y papá

La propiedad de vivienda entre los millennials está rezagada con respecto a otras generaciones. Incluso a los 40 años, 60 por ciento de los millennials han comprado una casa, en comparación con 64 por ciento de la Generación X y 68 por ciento de los Baby Boomers a esa misma edad, según un análisis de los datos del censo. Eso se debe a la creciente deuda estudiantil, los precios más altos de la vivienda y los ingresos estancados, factores que también hacen que las viviendas sean inasequibles para la generación Generación Z.

Es difícil determinar exactamente cuántos compradores reciben ayuda de sus padres, en parte porque pocos están dispuestos a hablar sobre cómo están pagando por una nueva casa. Sin embargo, los asesores financieros dicen que han visto una ola de padres ultra ricos que buscan consejos sobre la compra de casas para sus hijos debido a la mayor exención de impuestos sobre donaciones y sucesiones. La Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de Estados Unidos duplicó la cantidad que los estadounidenses pueden transferir a sus herederos libres de impuestos, a alrededor de 12 millones de dólares para individuos y 24 millones de dólares para parejas en 2022. Esa disposición expirará a fines de 2025, cuando la exención está programada para ser cortada por la mitad.

Ellen Sykes, una corredora de Coldwell Banker Warburg, acaba de trabajar con un cliente cuyo padre le compró un apartamento de tres millones en el Upper East Side de Nueva York. El dinero saldrá de su futura herencia y ella pagará los costos de mantenimiento y renovación de la propiedad.

“Es una forma de planificación patrimonial y poder cuidar a sus hijos mientras aún vive”, dijo Sykes.

Cuando el hijo mayor de Sheila y Sebastien Centner entró a la Universidad de Miami, la pareja con sede en Toronto compró una casa de vacaciones allí. Después de que su hijo menor ingresó a la escuela, pagaron alrededor de 195 mil dólares por una cabaña y gastaron otros 100 mil dólares para renovarla y convertirla en un apartamento de una habitación y un baño.

Sebastien dijo que uno o ambos hijos, de 21 y 24 años, probablemente vivirán allí pronto y, más adelante, uno de ellos podría venderlo y usar ese dinero como pago inicial para su próximo lugar.

“La mayor apreciación de la riqueza siempre ha estado en los hogares de las personas”, dijo Sebastien. “Queríamos ayudarlos con eso. Poner ese pie en la puerta es importante”.

Los clientes universitarios del mercado inmobiliario en EU

En las grandes ciudades, comprar una propiedad para los hijos es una forma de invertir en bienes raíces y, al mismo tiempo, evitar las costosas viviendas para estudiantes. En Nueva York, por ejemplo, la vivienda para estudiantes puede costar hasta 10 mil dólares por semestre en universidades como la Universidad de Columbia y la de Nueva York.

Los estudiantes universitarios constituyen una parte considerable de los clientes. Ian Slater, un corredor de Compass, ha ayudado a encontrar apartamentos en 208 Delancey en el Lower East Side, a pocos pasos de la mayor parte del campus de la Universidad de Nueva York. Los estudios comienzan en alrededor de 690 mil con tarifas mensuales de 900 dólares, mientras que los apartamentos de una habitación cuestan alrededor de 999 mil con tarifas entre mil 100 y mil 500 dólares.

“Ves el interés de la gente que dice: ‘Eso podría ser un pago inicial. También puedo tener un apartamento que se aprecie’”, dijo Slater.

Otros, como Mijeong Park, están comprando apartamentos para que vivan sus hijos después de graduarse. Aunque actualmente vive en Corea del Sur, su hijo terminó recientemente el programa de maestría en administración de empresas en la Universidad de Columbia y decidió quedarse en Nueva York. Ella lo ayudó a comprar una casa de un dormitorio y un baño en “Bloom on Forty Fifth”, un nuevo edificio de condominios en Hell’s Kitchen, por alrededor de un millón de dólares.

“Trabajo con muchos inversionistas extranjeros, y tienden a comprar propiedades para sus hijos”, dijo Mina Bevan, agente de Douglas Elliman que ayudó a la familia. “No quieren que malgasten su dinero en alquileres”.

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