WASHINGTON, DC.- Tras conocer su derrota en las elecciones de 2020, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ideó un plan para plantar electores falsos en los estados que habían sido ganados por Joe Biden y les pidió a funcionarios electorales estatales buscar votos para revertir el resultado en los comicios.
Los testimonios de la cuarta audiencia pública de la insurrección del 6 de enero del año pasado en el Capitolio, revelaron que Trump personalmente hizo llamadas a dirigentes partidistas republicanos y a funcionarios de estados republicanos para revertir la victoria de Biden en las elecciones presidenciales.
Brad Raffensperger, secretario de estado de Georgia, una entidad conservadora que Trump anticipaba ganar, pero que al final ganó Biden, compartió la llamada telefónica en la que el expresidente le pidió encontrar los 11 mil 380 votos necesarios para revertir su derrota.
Raffensperger se negó de manera categórica, por lo que su familia ha sido objeto de amenazas por parte de los seguidores de Trump.
Ronna McDaniel, líder del Comité Nacional Republicano, testificó que Trump personalmente designó a los electores ilegales que tenían que ir a las capitales de los siete estados ganados por Biden para impedir la certificación del triunfo, sin éxito.
Russell Bowers, presidente de la Asamblea Legislativa de Arizona, ganado por Biden, dijo haber sido contactado por el abogado de Trump, el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, para que descalificara a los electores oficiales y aceptara a los electores fake de Trump.
La cuarta audiencia coincidió con una encuesta de la cadena ABC, que mostró un incremento de estadounidenses que apoya que Trump sea acusado criminalmente. El 58 por ciento cree que cometió un delito y debe pagar las consecuencias.