El número de casos de coronavirus subió 18 por ciento en la última semana, con más de 4.1 millones de casos reportados en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su nuevo reporte semanal, la agencia de salud de Naciones Unidas dijo que la cifra global de muertes se había mantenido relativamente similar a la semana anterior, unas 8 mil 500. Las muertes asociadas al COVID-19 aumentaron en tres regiones: Oriente Medio, el sureste de Asia y América.
El mayor aumento semanal en los contagios se registró en Oriente Medio, donde aumentó en 47 por ciento, según el informe publicado el miércoles por la noche. Los contagios subieron en torno a 32 por ciento en Europa y el sureste de Asia, y 14 por ciento en América, según la OMS.
Los casos iban en aumento en 110 países, impulsados principalmente por las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron.
“Esta pandemia está cambiando, pero no ha terminado”, apuntó Tedros esta semana durante una conferencia de prensa. La capacidad de seguir la evolución genética del COVID-19 está “amenazada”, señaló, ya que los países han relajado los controles y los esfuerzos de secuenciación genética. Eso podría hacer más difícil identificar nuevas variantes posiblemente peligrosas.
Tedros pidió a los países que inmunizaran a su población más vulnerable, como el personal médico y mayores de 60, y señaló que cientos de millones de personas siguen sin vacunar y están en riesgo de sufrir enfermedad grave y muerte.
Aunque se han administrado más de mil 200 millones de vacunas de COVID-19 en todo el mundo, señaló, la media de inmunización en países pobres está en torno al 13 por ciento.
“Si los países ricos están vacunando niños desde los 6 meses y planean hacer nuevas rondas de vacunación, es incomprensible sugerir que los países de menores ingresos no deben vacunar y reforzar a sus (personas) de mayor riesgo”, dijo.
Según cifras recopiladas por Oxfam y la People’s Vaccine Alliance, se han entregado menos de la mitad de los 2 mil 100 millones de vacunas prometidas a países pobres por el Grupo de las Siete grandes economías.
Estados Unidos autorizó este mes la vacunación de bebés, niñas y niños preescolares contra el COVID-19 y presentó un plan nacional dirigido a 18 millones de niños pequeños. Las autoridades estadounidenses también han recomendado que algunos adultos reciban dosis de refuerzos en otoño ajustadas a las nuevas variantes de coronavirus.