Dos de los ministros más importantes del gabinete británico renunciaron el martes, un anuncio que podría suponer el fin del liderazgo del primer ministro Boris Johnson tras meses de escándalos.
El jefe del Tesoro, Rishi Sunak, y el secretario de Salud, Sajid Javid, dimitieron con pocos minutos de diferencia. “Ya no puedo seguir con la conciencia tranquila”, explicó Javid.
El gobierno de Johnson se ha visto afectado por señalamientos de que no fue honesto sobre el caso de un legislador que fue designado para un puesto de alto nivel a pesar de las denuncias en su contra de conducta sexual inapropiada.
Sunak dijo que “la ciudadanía espera con razón que el gobierno se lleve a cabo de manera adecuada, competente y seria”.
“Reconozco que este puede ser mi último trabajo ministerial, pero creo que vale la pena luchar por estos estándares y por eso renuncio”.
Se le han pedido aclaraciones a Johnson acerca de qué sabía sobre denuncias previas de mala conducta contra el legislador Chris Pincher, quien renunció a su puesto de dirigente del bloque conservador ante señalamientos de que manoseó a dos hombres en un club privado.
Las explicaciones del gobierno han cambiado varias veces en los últimos cinco días. Al principio se dijo que Johnson no estaba al tanto de denuncias anteriores de abuso sexual en febrero, cuando elevó a Pincher al puesto número dos del bloque, pero el lunes un vocero dijo que Johnson sí estaba al tanto de las denuncias, las que “se resolvieron o no avanzaron hasta convertirse en una acusación formal”.
Eso disgustó a Simon McDonald, el funcionario de mayor jerarquía en la Foreign Office (Secretaría del Exterior) de 2015 a 2020. El martes dijo —en un hecho inusual— que la oficina del primer ministro todavía no decía la verdad.
En una carta al comisionado parlamentario de estándares, McDonald dijo que había recibido quejas sobre la conducta de Pincher en 2019, cuando este ingresó a la Foreign Office. Una investigación confirmó la queja y Pincher se disculpó, dijo McDonald.
McDonald también rechazó las insinuaciones de que Johnson era inconsciente de las denuncias o de que se las podía rechazar porque estaban resueltas o no las habían formalizado.
“La línea original de (la oficina del primer ministro) no es veraz y la modificación todavía no es exacta”, escribió McDonald. “El señor Johnson en persona recibió un informe sobre el inicio y el resultado de la investigación”.
“Hubo una ‘acusación formal’. Las denuncias fueron ‘resueltas’ sólo en el sentido de que se completó la investigación; el señor Pincher no fue exonerado. Por lo tanto, caracterizar las denuncias de ‘infundadas’ es un error”.
Preguntado sobre la carta, el secretario de Justicia, Dominic Raab, dijo que no sabía si Johnson había sido informado sobre la investigación en la Foreign Office. Raab era secretario del Exterior en esa época y colaboró con McDonald en la investigación.
“Para mí es una novedad”, dijo Raab a la BBC acerca de la afirmación de McDonald de que Johnson fue informado sobre la investigación. “Yo no lo sabía y no me resulta claro que sea preciso en cuanto a los hechos”.