Japón sigue en shock tras la muerte de Shinzo Abe, el primer ministro con el mandato más largo en la historia del país del ‘Sol Naciente’, quien ayudó a forjar
Abe fue baleado mientras dada un discurso de campaña para las próximas elecciones legislativas, un crimen extremadamente raro en Japón, una nación donde los incidentes con armas de fuego son escasos.
El Gobierno de Abe, quien renunció como primer ministro en agosto de 2020 citando problemas de salud, tuvo que lidiar con el ascenso económico (pero también militar) de su vecina China y el estancamiento de la economía japonesa, que durante años fue la segunda más grande del mundo.
Con eso en mente, Abe ideó una estrategia para ‘despertar’ a la economía japonesa, un método que fue mundialmente conocido como ‘Abenomics’
¿Cuál fue la ‘receta’ de Abe?
Abe implementó la estrategia en lo que fue su segunda etapa como primer ministro (2012 a 2020). El líder del Partido Democrático Liberal explicó en su momento que el plan se basaba en tres pilares: una política monetaria expansiva; una postura fiscal flexible que ‘abrazó' los estímulos para promover la disciplina después, y un conjunto de reformas estructurales destinadas a impulsar la productividad.
Como parte de ‘Abenomics’, el Banco de Japón compró cantidades récord de bonos del Gobierno que depreció el yen y fijó un objetivo de inflación en 2 por ciento. Bajo este supuesto, el aumento de precios anima a las empresas a invertir y a los consumidores a gastar. Además, se instó al fondo de pensiones estatal nipón a que comprara activos más riesgosos.
Abe estaba haciendo frente a lo que especialistas consideraron como décadas perdidas para la economía japonesa que lidiaba con la deflación que, por definición, puede sonar como una situación positiva pues hace referencia al descenso en los precios de mercancías. Sin embargo, ese fenómeno económico ocurre porque la oferta de bienes y servicios supera la demanda.
‘Abenomics’ tuvo un legado positivo para Japón: mantuvo el desempleo cerca de su nivel más bajo en décadas y las empresas vieron un crecimiento en sus ganancias. Como ejemplo, el promedio del precio de las acciones en el Nikkei en 2020 (uno de los índices de la bolsa japonesa) era dos veces más grande que cuando asumió el cargo de primer ministro.
¿Y ‘Abenomics’ funcionó?
Sin embargo, no todo fue un éxito con el plan pues no logró ‘despertar’ a la economía y aumentar su promedio de crecimiento ni generar las ganancias sostenidas de precios prometidas.
A esto se añadieron los señalamientos de que años de estímulo monetario agresivo por parte del Banco de Japón (que introdujo tasas de interés negativas en 2016), dañaron otras partes de la economía como los retornos de inversión a ahorradores, aplastando los márgenes de beneficio de los bancos y manteniendo vivas a las empresas improductivas con crédito barato.
Con información de Bloomberg y Rubén Rivera