La Unión Europea dio su aprobación final para que Croacia adopte el euro a principios de 2023, cuando se convertirá en el vigésimo miembro de la zona monetaria.
Los ministros de Finanzas del bloque reunidos en Bruselas respaldaron la medida este martes después de que la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, recomendara que se permitiera a la nación del Adriático de 3.9 millones de habitantes adoptar la moneda común. La comisión determinó anteriormente que el país cumple con los requisitos necesarios en temas que incluyen inflación y deuda pública.
Croacia se unirá a la moneda única a una tasa de conversión de 7.5345 kunas por euro, según un funcionario sénior. La tasa es la misma que se estableció en julio de 2020 para la entrada en la sala de espera de la zona del eurozona, conocida como ERM-2. Se permitió que esa tasa fluctuara.
El visto bueno final convierte a Croacia en el primer miembro nuevo desde Lituania en 2015. Al igual que el país báltico, su oferta tenía como objetivo en parte consolidar una alineación occidental luego de décadas de Gobierno comunista después de la Segunda Guerra Mundial. Pero también habrá ganancias económicas, como tasas de interés más bajas y mejores calificaciones crediticias.
La medida coloca a Croacia en el centro de la Unión Europea, facilitando y abaratando los pagos y brindando a su sistema financiero una red de seguridad en futuras crisis. El país, cuyas principales atracciones turísticas incluyen Split y Dubrovnik en la costa del Adriático, también aspira a unirse a la zona Schengen, que elimina las barreras para viajar por Europa.
Otros miembros del este de la Unión Europea, incluidos Bulgaria y Rumania, están tratando de hacer lo mismo. Pero algunos en la región están menos ansiosos, ya que vieron el beneficio de una política monetaria independiente a raíz de la crisis financiera mundial de 2008.