El presidente de Colombia, Gustavo Petro, consideró este domingo que la victoria del rechazo en el plebiscito que celebró Chile para votar el texto de la nueva Constitución supone un regreso del dictador chileno, Augusto Pinochet, de quien es heredera la actual norma constitucional.
“Revivió Pinochet”, consideró Petro a través de un mensaje en su cuenta de Twitter en el que citaba que, con el 48 por ciento de los votos escrutados en Chile, se imponía el rechazo a la nueva Constitución.
En un tuit posterior, Petro agregó que “sólo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”, en una referencia a la emblemática frase del expresidente chileno Salvador Allende, derrocado por el golpe de Estado de Pinochet.
Los chilenos estaban convocados este domingo a un plebiscito obligatorio para decidir si aprobaban la nueva Constitución o por el contrario la rechazan y se mantiene la escrita en 1980, bajo la dictadura de Pinochet.
Con el 72.2 por ciento de los sufragios escrutados, Chile rechazó este domingo por un aplastante 62.2 por ciento de los votos la propuesta de nueva Constitución y decidió mantener el texto actual.
Revivió Pinochet. https://t.co/zixLipcXsU
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 4, 2022
Gabriel Boric, presidente de Chile, espera que pronto se pongan de acuerdo para una nueva Constitución
En un mensaje televisado a la nación, el presidente de Chile, Gabriel Boric, -uno de los principales impulsores de la nueva carta magna- reconoció que el mensaje de las urnas urge al gobierno y a la oposición a que “ahora sí nos pongamos de acuerdo” e invitó a los líderes de ambas cámaras del Congreso a una reunión en el palacio presidencial para analizar los pasos a seguir.
A su vez, anticipó “prontos ajustes en nuestro equipo de gobierno” y sostuvo que “los desafíos de nuestro país no se agotan en la cuestión constitucional. Como gobierno tenemos la obligación de atender las demandas de nuestros compatriotas.... la inseguridad, la violencia en el sur, el déficit de la vivienda”.
La derrota del oficialismo superó todos los pronósticos de las encuestas, que indicaban que el rechazo al texto, impulsado por la oposición derechista y un sector del oficialismo, ganaría por cerca de 10 puntos porcentuales.