Carlos III fue proclamado oficialmente rey de Reino Unido este sábado en una ceremonia cargada de tradición y simbolismo político.
Carlos subió al trono automáticamente tras el deceso de su madre, Isabel II, el jueves pasado, pero la ceremonia es un paso constitucional fundamental en la presentación del nuevo monarca al país.
En su declaración ante un nutrido grupo de autoridades en el palacio de St James, el rey afirmó que seguirá “el ejemplo” de su madre, la monarca más longeva de la historia británica con 70 años en el trono, al respetar los principios constitucionales y servir con dedicación a los ciudadanos.
Decenas de políticos de alto nivel, retirados y en activo, incluyendo la primera ministra, Liz Truss, y cinco de sus predecesores, se dieron cita en los ornamentados apartamentos del Palacio de St. James para la reunión del Consejo de Ascensión.
La primera lectura pública este sábado, desde el balcón del patio del palacio londinense de Saint James, de la proclamación del rey Carlos III estuvo acompañada de salvas de cañón y una interpretación del himno nacional, en el que desde ahora se sustituye el “Dios salve a la reina” por “Dios salve al rey”.
El cargo militar ceremonial conocido como Rey de Armas de la Jarretera leyó “la primera y principal Proclamación”, culminada por una fanfarria y desfile militar, que será recitada también en la antigua City de Londres (hoy su centro financiero) y en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
A las afueras del palacio de Saint James se dieron cita ciudadanos ingleses para estar al pendiente del nombramiento de Carlos III como rey.
En el video se aprecia también a exprimeros ministros de Reino Unido, entre ellos Boris Johnson, Theresa May y Gordon Brown; así como el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Según la BBC, la proclamación está firmada por un grupo que incluye:
- La reina consorte, Camila del Reino Unido.
- El príncipe de Gales, Guillermo de Inglaterra.
- El arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
- El lord canciller.
- El arzobispo de York, Stephen Geoffrey Cottrell.
- La primera ministra, , Liz Truss.
Antes de la firma, los asistentes pronunciaron el “Dios salve al rey”.