El Rey Carlos III, que ha ascendido al trono y ahora cuenta con la fortuna de Isabel II, no tendrá que pagar un impuesto por la millonaria herencia.
¿Pero cómo es que el nuevo monarca puede librarse de pagar el impuesto sobre la renta de la herencia de su madre, Isabel II? Todo es gracias a una cláusula de 1993, acordada por el entonces primer ministro John Major.
La cláusula indica: “Cualquier herencia que se transmita de soberano a soberano evita el gravamen del 40 por ciento que se aplica a los activos valorados en más de 325.000 libras esterlinas”, puntualiza The Guardian.
El periódico británico destaca que el patrimonio de la Corona está valuado en 15 mil 200 millones de libras esterlinas en activos; se incluyen los archivos reales y la colección real de pinturas. Dichos activos no pueden ser vendidos por el rey.
Pero esto no aplica para toda la familia real: solo Carlos III está exento de pagar impuestos por la herencia, mientras que cualquier otra persona de la realeza que haya heredado algo de Isabel II, deberá cubrir el impuesto, destacó The Guardian.
Las propiedades de la Corona que ha heredado el nuevo soberano, de 73 años, incluyen grandes áreas del centro de Londres, el circuito de carreras ecuestres de Ascot y la mayoría del lecho marino que rodea la isla de Reino Unido (un recurso que genera ingresos gracias a las explotaciones de energía eólica, entre otros usos).
Con los beneficios de ese patrimonio, que en el año fiscal 2021-2022 generó 313 millones de libras, se sufragan los gastos oficiales de la realeza y el mantenimiento de palacios y propiedades.
La herencia incluye, además, 32 mil cisnes, así como delfines, ballenas y esturiones, según El País. Estas especies son una propiedad simbólica de la Corona británica desde el siglo XII, con el fin de protegerlas de cazadores furtivos, apuntó el medio. Como parte de sus labores y de la herencia, el rey Carlos III tendrá que supervisar el evento anual ‘Swan Upping’; este es un censo de la población de cisnes del río Támesis.
Cada año se establece una asignación para los gastos oficiales de la familia real basada en esos ingresos, que en el ejercicio 2021-2022 fue de 102.4 millones de libras, incluida una partida extraordinaria para reformas en el palacio de Buckingham.
Carlos III también ha heredado del ducado de Lancaster, que fue patrimonio privado de la reina Isabel II, así como el ducado de Cornualles, que incluyen tierras, propiedades y activos financieros valuados en 1,700 millones de libras. Los ingresos que genera ese porfolio cubren gastos privados de los Windsor.
Se espera que Carlos III, conocido por aprovechar ciertos trajes hasta que tienen que ser remendados y continuar usando zapatos ya ajados, reestructure la gestión de ese patrimonio y contenga el gasto de la familia.
Con información de The Guardian y EFE.