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Así es Optimus, el robot humanoide que Elon Musk fabricó y quiere masificar

Elon Musk explicó que el robot Optimus costará mucho menos que un automóvil Tesla, además de que tiene pulgares oponibles y puede realizar diferentes tareas.

Musk mostró un video del robot recogiendo cajas y moviéndose a través de un edificio de oficinas renderizado para regar las plantas.

Elon Musk mostró un prototipo del robot humanoide caminando y agitando la mano, buscando demostrar los avances de Tesla en inteligencia artificial.

En el Día de la IA del fabricante de automóviles eléctricos, Musk mostró un video del robot recogiendo cajas y moviéndose a través de un edificio de oficinas renderizado para regar las plantas.

“El robot en realidad puede hacer mucho más de lo que acabamos de mostrar”, dijo Musk. “Simplemente no queríamos que se cayera de bruces”.

Un segundo robot, la última versión de lo que Tesla llama Optimus, también apareció en el escenario. Musk dijo que si bien Optimus no estaba del todo listo para caminar, tiene pulgares oponibles y puede realizar tareas.


“Nuestro objetivo es hacer un robot humanoide útil lo más rápido posible”, dijo Musk. “Optimus está diseñado para ser un robot extremadamente capaz fabricado en un volumen muy alto, probablemente en última instancia, millones de unidades, y se espera que cueste mucho menos que un automóvil”.

El evento, realizado en una instalación de Tesla en Palo Alto, California, contó con varios ingenieros que dieron presentaciones muy técnicas sobre cómo el robot percibe su entorno. La tecnología que Tesla ha desarrollado para sus vehículos, incluidas las cámaras, ahora se está utilizando para el robot.

Musk y Tesla, la apuesta de los surcoreanos en tiempos de dificultades

Park Sunghyun y su esposo vendieron su casa en Seúl, se mudaron a un departamento de alquiler con su hijo de 7 años e invirtieron sus ahorros familiares de 230 mil dólares en acciones de Tesla Inc.

No son los únicos que apuestan todo por la automotriz de Elon Musk. En el curso de la pandemia, mucho surcoreanos de a pie se lanzaron sobre las acciones de Tesla, aumentando sus tenencias combinadas más de cien veces, para superar los 15 mil millones de dólares. Eso los convierte en accionistas clave de una de las compañías más grandes del mundo por valor de mercado, con una participación colectiva tan grande como la de Larry Ellison o la de la gestora de activos T. Rowe Price Group Inc. Suelen ser dip buyers, personas que compran cuando las acciones bajan, lo que ayuda a frenar las caídas.


Pero hay un trasfondo triste en ese entusiasmo: ante la creciente desigualdad económica de Corea del Sur, muchos de estos inversores creen que las arriesgadas apuestas en acciones y criptomonedas son su único camino hacia la independencia financiera. Tesla es una favorita de los inversores minoristas de todo el mundo, pero en Corea del Sur Musk ha ganado seguidores que exudan un fervor que raya en el culto. Se llaman a sí mismos Teslams, mezclando las palabras “Tesla” e “Islam” para mostrar la fuerza de su fe en la compañía. Algunos firman tuits con la palabra “Temen”, combinación de “Tesla” y “amén”.


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