Corea del Norte disparó dos presuntos misiles balísticos este sábado (hora local), lo que se suma a su serie más reciente de lanzamientos que comenzó a finales de septiembre.
Dos presuntos misiles balísticos de corto alcance fueron disparados desde Pyongyang, informó Yonhap, citando al ejército de Corea del Sur. Los misiles cayeron fuera de la zona económica exclusiva de Japón, informó Kyodo, citando a un funcionario del gobierno no identificado.
No hubo más información disponible de inmediato y, por lo general, Corea del Norte no comenta sobre sus pruebas de misiles hasta un día después del hecho... si es que lo hace.
El lanzamiento es el cuarto en una semana, luego de que el régimen de Kim Jong-un terminara una pausa de tres meses en las pruebas de misiles balísticos. Las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prohíben que Pyongyang pruebe misiles balísticos y detone dispositivos nucleares.
La ‘costumbre’ norcoreana de los lanzamientos de misiles
Corea del Norte tiene la costumbre de sincronizar sus pruebas de armas con eventos políticos y los lanzamientos coincidieron con una visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Japón y Corea del Sur, la llegada del grupo de portaaviones USS Ronald Reagan a Corea del Sur para ejercicios conjuntos.
Corea del Norte se ha enfadado durante décadas con los ejercicios militares de Estados Unidos y Corea del Sur, calificándolos de preludio de una invasión.
Durante su visita, que la llevó a la Zona Desmilitarizada que divide a las dos Coreas, Harris advirtió a Corea del Norte que no aumentara las tensiones y pidió a Kim que volviera a las estancadas conversaciones sobre desarme nuclear. Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han dicho que Pyongyang se está preparando para realizar su primera prueba nuclear en cinco años.
En lo que va de 2022, el líder norcoreano ha disparado más misiles balísticos que en cualquier otro año de su década en el poder. Ha probado cohetes diseñados para evadir los interceptores operados por Estados Unidos, aumentando la amenaza de un ataque nuclear creíble contra Estados Unidos y sus aliados en Asia.