A Steve Bannon, asesor durante mucho tiempo del expresidente Donald Trump, se le ordenó pasar cuatro meses en la cárcel y pagar una multa de 6 mil 500 dólares por negarse a cumplir con una citación del comité de la Cámara que investiga el ataque al Capitolio de los Estados Unidos.
Bannon, de 68 años, fue sentenciado por el juez federal de distrito Carl J. Nichols en un tribunal de Washington este viernes después de que un jurado lo declarara culpable en julio de dos cargos de desacato al Congreso por negarse a testificar y entregar documentos al comité del 6 de enero.
Nichols dijo que liberaría a Bannon de la sentencia por ahora si presenta una apelación oportuna.
Afuera del juzgado, mientras estaba rodeado por una multitud que lo llamaba “traidor” y gritaba “enciérrenlo”, Bannon prometió que apelaría.
“Esto de ‘Estoy por encima de la ley’ es una mentira absoluta y total”, dijo Bannon. Agregó que el 8 de noviembre, fecha de las elecciones de mitad de mandato por el control del Congreso, el pueblo estadounidense va a emitir un “juicio sobre el régimen ilegítimo de Biden”.
Durante la audiencia de este viernes, los abogados de Bannon argumentaron que el nivel de ofensa debería reducirse porque él aceptó la responsabilidad. Pero Nichols no estuvo de acuerdo y apuntó que Bannon “no expresó remordimiento por sus acciones” y que aún tiene que mostrar su intención de cumplir con la citación.
El gobierno pidió que Bannon sea sentenciado a un máximo de seis meses de prisión y pague una multa de 200 mil dólares. Sus abogados defensores dicen que solo debería tener que someterse a libertad condicional, o debería poder cumplir cualquier sentencia en confinamiento domiciliario.
Nichols argumentó que ignorar la citación del Congreso mostró una “falta de respeto” por el poder legislativo, pero no fijó la sentencia máxima porque Bannon estaba siguiendo el consejo de su abogado en ese momento de afirmar que Trump ejerció el privilegio ejecutivo, que el juez dijo que era “demasiado agresivo y equivocado”.
Antes de la sentencia, el fiscal JP Cooney le comentó al juez que Bannon eligió esconderse detrás de un reclamo de privilegio ejecutivo y asesoramiento de un abogado, y se burló de las solicitudes del comité del Congreso del 6 de enero. “Su señoría, el acusado no está por encima de la ley”, dijo Cooney.
Bannon, una figura mediática de derecha a quien se le atribuye haber ayudado a Trump a ganar la presidencia en 2016, es hasta ahora la única persona en el círculo del expresidente que ha sido juzgada por negarse a cooperar con el comité de la Cámara. Peter Navarro, exasesor comercial de Trump, enfrenta cargos similares.
El abogado de Bannon, David Schoen, argumentó que su cliente no violó la ley ni tuvo la intención de hacer algo ilegal. Cumplió con el consejo de su abogado de que estaba sujeto al privilegio ejecutivo, dijo Schoen. Siguió el único curso lícito que podía tomar.
“Ese no es un hombre que piensa que está por encima de la ley”, declaró Schoen. Añadió que Bannon está defendiendo “los mayores valores que tenemos en este país con respecto a la Constitución”.
Cuando se le dio la oportunidad de hablar en la corte, Bannon dijo: “Mis abogados han hablado por mí, su señoría”.
En la corte, Schoen argumentó en contra de una sentencia de prisión mínima obligatoria al instar al juez a sentenciar a su cliente a libertad condicional. “No encarcelamos a nadie a menos que crea que hizo algo malo”, dijo.
Nichols no estuvo de acuerdo con la defensa y dijo que hay un mínimo obligatorio y que el estatuto es claro y establece un mínimo de un mes por cargo.
El gobierno, en una presentación, había instado al juez a una sentencia más severa, citando la continua negativa de Bannon a cumplir con la citación y alegando que esas acciones “exacerbaron el asalto al Capitolio”.