Los gases con efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y los gases fluorados están calentando el planeta. ¿Cuáles son las principales actividades humanas que generan estos gases?
El origen principal es la energía, ya que el carbón, el petróleo y el gas siguen cubriendo muchas de las necesidades del mundo. La energía que alimenta industrias como la siderúrgica, la electricidad que ilumina casas y edificios, los combustibles usados por automóviles, barcos y aviones, todos despiden dióxido de carbono si no son producto de fuentes renovables.
Prácticas agrícolas como la deforestación y la ganadería representan una quinta parte de las emisiones. Los desperdicios de los vertederos, filtraciones de petróleo y gas natural y la producción de cosas como cemento, que generan dióxido de carbono, también producen gases con efecto invernadero.
El dióxido de carbono representa tres cuartas partes de los gases con efectos invernadero producidos por el hombre. El metano, sobre todo derivado de la agricultura; la extracción de carbón y el manoseo de turberos y pantanos, que retienen el gas en forma natural, constituyen aproximadamente el 16 por ciento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
El óxido nitroso causado por prácticas agrícolas y los gases fluorinados de los refrigerantes son los responsables de los demás gases.
Algunos de estos gases permanecen en la atmósfera más tiempo que otros.
Se calcula que el dióxido de carbono puede quedarse en el aire 200 años, si no más. Esto quiere decir que la quema de carbono al inicio de la era industrial todavía puede estar calentando el planeta. El metano, que es 81 veces más potente que el dióxido de carbono a corto plazo, desaparece en doce años.
“El calentamiento global es causado por una acumulación de gases en la atmósfera y su concentración”, explicó Shobhakar Dhakal, un académico que es uno de los autores de un informe del Grupo Intergubernamental Sobre el Cambio Climático (GICC).
“Es importante tomar en cuenta las emisiones históricas, las que se acumulan a lo largo del tiempo”, señaló.
Los humanos siguen produciendo grandes cantidades de carbono. Las emisiones del 2010 al 2019 fueron las más altas de cualquier otra década en la historia de la humanidad.
Las emisiones netas de 1950 al 2019 fueron aproximadamente de 2 mil 400 gigatoneladas de dióxido de carbono. El 58 por ciento de estas surgieron entre 1850 y 1989 --un período de 139 años--, mientras que el 42 por ciento restante fueron generadas entre 1990 y el 2019, en tan solo 29 años, según los últimos estimados del GICC.
El rápido desarrollo urbano produce cada vez más gases con efecto invernadero, de acuerdo con el informe.
“Seguimos en la era de los combustibles fósiles”, dijo Jan Christoph Minx, otro de los autores del informe del GICC, basado en Alemania. “A menudo nos olvidamos de que todavía no pudimos revertir más de 250 años de crecientes emisiones globales”.
Minx destacó que las reducciones de emisiones logradas mediante usos más eficientes o el empleo de energías sustentables no compensan el aumento provocado por la industria, el transporte, la agricultura y los edificios, que consumen mucha energía.
“El primer paso es alcanzar un pico de emisiones y entrar en una nueva era en la que las emisiones van a bajar, en que cada año se emitirán menos gases y habrá menos efecto invernadero”.