KIEV.- Una andanada de misiles crucero y drones rusos impactó en la infraestructura vital en Kiev, Járkov y otras ciudades ucranianas, afectando el suministro de luz y agua, en represalia a lo que Moscú señaló fue un ataque de Ucrania contra su flota en el mar Negro.
Rusia ha intensificado sus ataques contra las plantas de generación eléctrica y demás infraestructuras, obligando a Kiev a realizar cortes programados al servicio eléctrico, mientras la guerra se adentra a su noveno mes.
“El Kremlin se está vengando por sus fracasos militares con personas pacíficas que se quedan sin electricidad ni calefacción antes de la llegada del invierno”, dijo el gobernador de la región de Kiev, Oleksii Kuleba.
Cientos de localidades en siete regiones de Ucrania quedaron sin luz, informó, vía Facebook, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, añadiendo que “las consecuencias pudieron ser mucho peores” si las fuerzas ucranianas no hubieran derribado la mayoría de los misiles rusos.
En tanto, 12 buques con granos salieron de los puertos ucranianos, a pesar de la amenaza de Rusia de imponer nuevamente un bloqueo, indicó el Ministerio de Infraestructura de Ucrania. Una de las embarcaciones llevaba trigo hacia Etiopía, donde una sequía intensa está afectando a millones de personas.
Pero el volumen del transporte de cereales quedó en duda después de que el Ministerio de Defensa de Rusia comentó, en un comunicado emitido la tarde de ayer, que “el tráfico a lo largo del corredor de seguridad definido en la Iniciativa del Mar Negro ha quedado suspendido” debido a las acusaciones de que Ucrania ha estado utilizando la zona para lanzar ataques contra fuerzas rusas.
TROPAS AFGANAS
Los soldados de las fuerzas especiales afganas que lucharon junto a las tropas estadounidenses y que luego huyeron a Irán tras la caótica retirada de Estados Unidos el año pasado, ahora están siendo reclutados por el Ejército ruso para luchar en Ucrania, dijeron tres exgenerales afganos a la agencia The Associated Press.
Afirmaron que los rusos quieren atraer a miles de excomandos afganos de élite a una “legión extranjera” con ofertas de pagos constantes de mil 500 dólares al mes y promesas de refugios seguros para ellos y sus familias para que puedan evitar la deportación a casa a lo que muchos asumen sería la muerte a manos de los talibanes.
Finalmente, el magnate Oleg Tinkov, que perdió su banco digital Tinkoff por haber criticado a Rusia por la guerra en Ucrania y que dejó su país, también ha renunciado a la ciudadanía rusa, según informó el empresario.
“He tomado la decisión de renunciar a la ciudadanía rusa. No puedo ni quiero que se me asocie con un país fascista que comenzó una guerra con su vecino pacífico y asesina a diario a gente inocente”, escribió en su cuenta de Telegram.