Contrario a las expectativas en redes sociales, los republicanos no “arrasaron” en las elecciones intermedias en Estados Unidos celebradas el martes 8 de noviembre y no terminaron del todo con el dominio demócrata en el Congreso y Senado de EU.
Este ‘fracaso’ tiene cuatro razones de fondo, afirmó Martha Bárcena, exembajadora de México en Estados Unidos, durante el EF Meet Point Virtual. Elecciones en EU, ¿qué significan sus resultados?
“En este mecanismo de redes sociales e información las 24 horas se fue creando una narrativa que afirmaba que los republicanos iban a arrasar en las elecciones, cuando en realidad siempre hubo cuatro escenarios y uno de ellos era que los republicanos ganaran la cámara baja por poco y los demócratas mantuvieron el senado”, dijo la diplomática mexicana.
“Esta narrativa se creo porque parecía que los estadounidenses estaban favoreciendo temas como la inflación y la situación económica por encima de otros como el derecho al aborto y la defensa de los valores de democracia y no estaban reconociendo los éxitos legislativos que han tenido Joe Biden”, añadió.
Sin embargo, los análisis omitieron cinco puntos de suma importancia:
- Los jóvenes salieron a votar como nunca lo habían hecho en elecciones intermedias.
- Se registraron como votantes mucho más personas que en otras elecciones intermedias. La participación fue mayor al 50 por ciento.
- El voto hispano. Cada vez se ve con mayor claridad la participación de los hispanos en la democracia de EU, sobre todo la de los mexicanos.
- El tema del derecho al aborto fue relevante para las mujeres.
- La estrategia de los demócratas y del presidente Joe Biden de afirmar que la democracia estaba en peligro y que Donald Trump había apoyado a candidatos negacioncitas (que ponen en tela de juicio las elecciones de EU en 2020) funcionaron y los estadounidenses salieron a votar y defender las instituciones democráticas.
La historia deja entrever que los demócratas debieron tener una jornada mucho peor.
El partido republicano de Trump perdió 40 escaños en la cámara baja durante las elecciones de mitad de mandato de 2018.
El partido demócrata del expresidente Barack Obama cedió 63 en 2010.
Remontándose a 1934, el partido que ocupa la Casa Blanca ha perdido un promedio de 28 bancas en la cámara baja y cuatro en el Senado.
Hoy, los demócratas podrían perder menos de 10 escaños, algo que sería histórico.