El expresidente Jiang Zemin, que sacó a China del aislamiento después de que el ejército aplastara las protestas prodemocracia de la Plaza de Tiananmen en 1989 y que respaldó las reformas económicas que dieron pie a décadas de crecimiento disparado, murió el miércoles. Tenía 96 años.
Jiang murió de leucemia y fallo multiorgánico en Shanghái, donde había sido alcalde y secretario del Partido Comunista, según la televisora estatal y la agencia oficial de noticias Xinhua.
Jiang fue una elección inesperada para dirigir un dividido Partido Comunista tras los sucesos de 1989 y lideró cambios históricos como una reactivación de reformas de economía de mercado, la devolución de Hong Kong en 1997 tras el mandato británico y la entrada del país en la Organización Mundial del Comercio en 2001.
Mientras China se abría al exterior, el gobierno de Jiang aplastaba la disidencia. Encarceló a activistas de derechos humanos, laborales y prodemocracia y prohibió el movimiento religioso de Falun Gong, al que el partido en el gobierno consideraba una amenaza para su monopolio en el poder.
Jiang renunció en 2004 a su último título oficial, pero seguía siendo una fuerza entre bambalinas en las luchas de poder que llevaron al auge del presidente Xi Jinping, que asumió el gobierno en 2012.
Xi ha estrechado el control político, aplastado lo que queda de disidencia china y reafirmado el dominio de la industria estatal.
Había rumores sobre la mala salud de Jiang después de que no acudió al congreso del partido en octubre, en el que Xi, el líder más influyente del país al menos desde la década de 1980, rompió con la tradición y se asignó un tercer mandato de cinco años.
Corpulento y con unos grandes y característicos anteojos, Jiang era un líder vivaz que tocaba el piano y disfrutaba cantando, en comparación con sus sucesores más reservados, Hu Jintao y Xi.
Hablaba inglés con entusiamo, aunque entrecortado, y durante una visita a Gran Bretaña intentó convencer a la reina Isabel II de que cantara en un karaoke.
Jiang había desaparecido de la vista pública. Se le vio por última vez en 2019, cuando estuvo con líderes actuales y pasados sobre la Puerta de Tiananmen de Beijing en un desfile militar para celebrar los 70 años de gobierno del partido.