La nueva subvariante de ómicron, la XBB.1.5 (conocida como ‘El Kraken’), se está expandiendo a lo largo de Estados Unidos y representa ya alrededor de 40 por ciento de los casos de COVID en el país, frente al 20 por ciento que suponía la semana pasada.
Según los últimos datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), esta subvariante encabeza el número de casos de COVID nacionales y ha ganado terreno especialmente en el noroeste.
Según los datos, en regiones como Nueva York, la subvariante ya representa el 75 por ciento de los casos confirmados.
El CDC alertó de que esta subvariante dominante del COVID-19 “puede que sea más transmisible que otras variantes”, pero aún desconocen si tiene efectos “más severos”.
Los hospitales están viendo un aumento de ingresos durante el último mes en el país, aunque el área del noroeste con altas cifras de esta subvariante no ha sufrido un incremento desproporcionado de hospitalizaciones en comparación con otras zonas.
La XBB.1.5 es familiar de la variante ómicron XBB, que ha sido encontrada en al menos 35 países con gravedad clínica en Singapur y la India, recogen los datos de la Organización Mundial de la Salud.
Así es como nació ‘El Kraken’
XBB.1.5 es resultado de la evolución de la variante XBB, que a su vez surgió de la fusión de dos variantes diferentes de BA.2, BJ.1 (BA.2.10.1.1) y BA.2.75 (BA.2.75.3.1.1.1), explica el profesor de medicina molecular, Eric Topol.
Sin embargo, algunos expertos afirman que XBB.1.5 es diferente a XBB porque puede adherirse mejor a las células.
“El virus necesita unirse fuertemente a las células para ser más eficiente al ingresar y eso podría ayudar al virus a ser un poco más eficiente para infectar a las personas”, dijo Andrew Pekosz, virólogo de la Universidad Johns Hopkins.