Este martes 7 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio a conocer que al menos 70 mil ciudadanos estadounidenses al año están muriendo en el país debido a sobredosis por fentanilo.
Durante su discurso del Estado de la Unión que brindó esta noche, el mandatario, brindó sus palabras a Doug, padre de Courtney, una joven víctima de sobredosis, que estuvo presente en el Congreso de Estados Unidos durante el discurso del mandatario.
“Tenía sólo 20 años. Y (como a ella), el fentanilo está matando a más de 70 mil estadounidenses al año” señaló el presidente al afirmar que impulsará esfuerzos para frenar la producción de fentanilo. Al respecto, dio a conocer que se tendrán más máquinas de detección de droga, así como que se revisarán más minuciosamente los paquetes y cargas que pasan por la frontera, para evitar el cruce de “polvo y pastillas”, en alusión a otros opioides.
¿Qué es el fentanilo y porqué es tan adictivo?
El fentanilo es un opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más potente que la morfina.
Puede administrarse en forma de inyección, mediante un parche que se coloca en la piel de la persona, o como tabletas que se chupan como las tabletas para la tos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), a partir de 2014 cada vez más adictos estadounidenses han empezado a consumir el fentanilo, ya que es utilizado como un equivalente rápido y barato de la heroína.
Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.
Así, el fentanilo produce efectos como relajación, euforia, alivio del dolor, sedación, confusión, somnolencia, mareos, náuseas, vómitos, retención urinaria, constricción pupilar y depresión respiratoria.