Pese a ser una enfermedad previsible, el sarampión es una de las principales causas de muerte infantil entre niños de todo el mundo. En América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta que, debido a la falta de campañas de vacunación, enfermedades como el sarampión, están generando brotes que están en su punto más alto en los últimos 30 años. Tan sólo en 2021, 730 casos de sarampión fueron confirmados en las Américas.
Según datos de la Organización, hasta 2021, la cobertura en América con la primera dosis de la vacuna que protege contra sarampión, rubéola y paperas (conocida como SRP o triple viral) fue del 85%. De entre todos, sólo seis países alcanzaron la cobertura de vacunación ideal del 95% o más para sostener la eliminación de estas enfermedades. Asimismo, diez países reportaron menos del 80% de cobertura. Esta situación indica el alto riesgo que corren los niños y niñas no vacunados de infectarse si están expuestos al virus.
Al respecto, y aunque pudiera parecer sólo una enfermedad ‘de niños’, el sarampión causa la muerte a más de 200 mil personas cada año, en su mayoría niños que no cuentan con la dosis inicial de la vacuna contra la enfermedad.
Síntomas del sarampión
El sarampión es una enfermedad viral que como ya dijimos, afecta sobre todo a los niños. Se transmite por gotículas al hablar, comer o toser. Los síntomas comienzan entre los 8 y 14 días después de la exposición con una persona enferma, y se pueden contabilizar los siguientes:
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Tos o escurrimiento nasal.
- Pequeñas manchas blancas en la piel con centro blanco azulado. En la boca pueden tener el fondo rojo; estas manchas se conocen como de Koplik.
- Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí.
Tratamiento contra el sarampión
De acuerdo al OPS, al momento no hay tratamiento específico para el sarampión, esto porque la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas luego de la aparición de síntomas gracias al descanso, hidratación y alimentación correcta recomendada por un médico durante la recuperación. Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños con bajas defensas o poca capacidad nutritiva y en pacientes inmunodeprimidos o con otros padecimientos.