Washington, D.C.- Aunque el presidente Joe Biden dedicó apenas un minuto a la reforma migratoria en su mensaje sobre el Estado de la Unión, el senador demócrata Dick Durbin y el republicano Lindsay Graham introdujeron una nueva iniciativa de Ley Dream Act 2023 para otorgar primero la residencia legal, y después la ciudadanía a cientos de miles de dreamers, la mayoría mexicanos.
Durbin, senador por Illinois, presentó la propuesta original del Dream Act 2003, la cual llegó a ser aprobada en la Cámara de Representantes, pero no en el Senado, debido a la oposición de los republicanos y quedó en un limbo desde que Barack Obama aprobó el programa de alivio temporal DACA para los jóvenes indocumentados, en 2012.
“Los dreamers son maestros, enfermeras y propietarios de pequeñas empresas en nuestras comunidades, pero debido a que DACA pende de un hilo en los tribunales, viven cada día con miedo a la deportación. Está claro que solo el Congreso puede darles la estabilidad que merecen y un camino hacia la residencia permanente legal”, dijo.
Graham, parte de la llamada ‘banda de los 8′ que impulsó la reforma migratoria, aunque bajó su impulso durante la era Trump, sostuvo que la iniciativa debe venir acompañada de acciones para garantizar el control de la frontera con México.
“Los dreamers representan una clase de inmigrantes ilegales que tienen mucho apoyo público, pero para brindar alivio a esta población, primero debemos convencer a los estadounidenses de que la ola interminable de inmigración ilegal se detendrá”, dijo.
¿Qué propone la nueva iniciativa para los dreamers?
El Dream Act de 2023 permitiría a estos jóvenes obtener la residencia permanente legal y eventualmente la ciudadanía estadounidense si:
- Vinieron a Estados Unidos cuando eran niños y no tienen un estatus legal.
- Se graduaron de la escuela preparatoria.
- Pasan verificaciones de antecedentes de seguridad y aplicación de la ley.
- Pagan una tarifa de solicitud razonable.
También deben demostrar dominio del idioma inglés y conocimiento de la historia de Estados Unidos, y no haber cometido un delito grave y no representar una amenaza para el país.
Aunque los senadores reconocieron que será difícil aprobar la iniciativa debido al control republicano de la Cámara baja, se comprometieron a buscar apoyo para que sea aprobada en esta legislatura.