La inflación en Estados Unidos mantiene su trayectoria descendente y se ubicó en 4.2 por ciento anual en marzo, su nivel más bajo desde mayo de 2021, de acuerdo con la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
Sin embargo, el dato resultó levemente por encima a lo esperado por el mercado, que pronosticó una tasa de 4.1 por ciento anual en el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE), que es el indicador de la inflación al que la Fed da mayor seguimiento.
A tasa mensual, la inflación avanzó 0.1 por ciento, menor al 0.3 por ciento de febrero y en línea con la expectativa del mercado.
Al interior del PCE, los precios de los bienes disminuyeron 0.2 por ciento y los precios de los servicios aumentaron 0.2 por ciento; mientras que los precios de los alimentos bajaron 0.2 por ciento y los precios de la energía disminuyeron 3.7 por ciento en marzo, respecto a febrero.
“Nada en las medidas de inflación de esta semana descarrilaría un aumento de 25 puntos base para la Fed la próxima semana o, de hecho, posiblemente otro después de eso (aunque la Fed no ha señalado esto último)”, dijo El presidente de Queens’ College de la Universidad de Cambridge, Mohamed El-Erian,.
Los formuladores de políticas en los extremos hawkish y dovish del espectro han enfatizado que la inflación sigue siendo demasiado alta y que el banco central de Estados Unidos tiene más trabajo por hacer.
Por el componente subyacente, que excluye los precios de alimentos y energéticos, se reportó una tasa de 4.6 por ciento anual en marzo desde el 4.7 por ciento previo y también ligeramente por encima al 4.5 por ciento esperado por analistas.
Respecto a febrero tuvo un incremento de 0.3 por ciento, similar a lo estimado por el mercado.
Estos datos serán la principal referencia para la Fed que, la próxima semana publicará su anuncio de política monetaria.
Con información de Bloomberg.