La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, advirtió de que una suspensión de pagos por no alcanzar un acuerdo en el Congreso para elevar el techo de deuda “podría provocar una recesión”.
Durante una llamada informativa, Harris advirtió: “Una suspensión de pagos podría provocar una recesión, pausar los salarios militares y elevar los tipos de interés durante años”.
Las palabras de la vicepresidenta se producen poco después de que el presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, se mostrara optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los demócratas a lo largo de esta semana.
“Veo un camino para el acuerdo. Creo que tenemos una estructura y que todos estamos trabajando duro”, dijo McCarthy a la prensa en el Congreso. El conservador confió en que el equipo negociador podría alcanzar un acuerdo esta semana, que se votaría en la Cámara Baja la semana que viene, recoge el medio Politico.
En el mismo sentido se pronunció el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, desde el hemiciclo, explicando que si la Cámara de Representantes vota un acuerdo para elevar el techo de deuda la semana que viene, la Cámara Alta hará lo propio poco después, y pidió a los senadores que estén preparados para volver al Congreso inmediatamente.
Después de la llamada de Harris; sin embargo, el Comité Nacional Republicano emitió un comunicado criticando “la falta de liderazgo” de la Administración de Joe Biden y, en particular, a la vicepresidenta, a la que consideraron responsable de “la peor crisis fronteriza de la historia”.
En su mensaje, Harris criticó a los legisladores republicanos por dar pie a una “crisis fabricada” con su rechazo a aprobar un aumento o una suspensión del límite de deuda, el tope legal al dinero que EU puede pedir prestado y que se alcanzó en enero.
La vicepresidenta destacó que el Congreso ha acordado elevar o suspender el techo de deuda más de 70 veces desde la década de los 60, incluidas tres veces durante la ddministración del republicano Donald Trump (2017-2021).
También recordó las devastadoras consecuencias para la economía estadounidense del susto de 2011, cuando el país casi cae en un impago de su deuda pública porque los republicanos se negaron a elevar el límite de deuda hasta que el Gobierno de Barack Obama aprobó límites al gasto público.
En esta ocasión, los conservadores, liderados por McCarthy, también piden recortar el gasto del Gobierno para reducir el déficit.
“De acuerdo a algunas estimaciones, tendríamos un millón de empleos más en nuestra nación”, dijo Harris. El suceso también se saldó con la rebaja de la calificación crediticia del país por la firma Standard & Poors.
Biden se encuentra de viaje en Japón para participar en la cumbre del G7 de Hiroshima, pero decidió recortar su viaje para tratar de dar impulso a las negociaciones sobre la deuda. Ayer se mostró convencido de que habrá un acuerdo porque todos los implicados “entienden la consecuencias”.