El presidente Joe Biden promocionó sus esfuerzos para frenar la violencia armada como necesarios para reducir el crimen, diciendo que una ley histórica que firmó el año pasado ya estaba salvando vidas.
“Para aquellos que dicen que están preocupados por el crimen, no se puede lidiar con el crimen sin lidiar con la violencia armada. Es una propuesta simple”, dijo Biden en la Cumbre Nacional de Comunidades Más Seguras, una reunión de las principales organizaciones de reforma de armas de la nación, en West Hartford, Connecticut, este viernes.
El evento de Biden tenía la intención de conmemorar el primer aniversario de la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras, la ley federal de seguridad de armas más importante en décadas. El presidente dijo que la ley ya estaba viendo resultados, con menos asesinatos y menos violencia armada.
Pero agregó que sus esfuerzos para fortalecer las leyes de armas no habían terminado, a pesar de que es poco probable que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, considere tales medidas.
“Sabemos qué hacer. El Congreso debe actuar”, apuntó. “Si este Congreso no actúa, necesitamos un nuevo Congreso”.
Biden reiteró sus llamados para aprobar verificaciones de antecedentes universales y una prohibición de armas de asalto, como el AR-15, y para poner fin a la inmunidad legal para los fabricantes de armas de fuego.
“No solo son un arma de guerra, son el mayor impulsor de ganancias para la industria de las armas”, dijo Biden sobre los AR-15. “Es por eso que los están vendiendo. Beneficio. Beneficio. Beneficio.”
La administración ha tratado de actuar por su cuenta para abordar la violencia armada después de los recientes tiroteos masivos. Pero es poco probable que esos esfuerzos satisfagan a los defensores del control de armas que han instado a Biden a tomar medidas ejecutivas aún más agresivas.
La administración Biden tomó medidas este viernes para facilitar que los jóvenes, particularmente los afectados por la violencia armada, reciban servicios de salud mental. Los jefes del Departamento de Educación y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos escribieron a los gobernadores para destacar los recursos y esfuerzos para ayudar a los estados a apoyar la salud mental y el bienestar de los estudiantes, y su trabajo para implementar conjuntamente la ley de armas del año pasado.
Las cartas detallan las inversiones del Departamento de Educación para expandir los recursos de salud mental de los estudiantes, abordar la violencia armada y proporcionar entornos escolares seguros, así como los esfuerzos del HHS para capacitar al personal escolar, los socorristas y la policía para reconocer los efectos de la violencia armada en la salud mental.
Biden comparó este viernes el trauma emocional experimentado por los estudiantes que presencian tiroteos escolares con el de los veteranos con trastorno de estrés postraumático.
“Todo lo que queremos es que nuestros hijos tengan la libertad de aprender a leer o escribir en lugar de aprender a agacharse y cubrirse en un aula”, dijo.
También asistieron a la cumbre de este viernes los senadores de Connecticut, Chris Murphy y Richard Blumenthal, a quienes se unieron defensores de Giffords y Everytown for Gun Safety, una organización respaldada por Michael Bloomberg, fundador y propietario mayoritario de Bloomberg LP.
La Casa Blanca ha elogiado a Connecticut como un modelo para otros estados por las medidas que implementó después del tiroteo masivo de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown. La semana pasada, el gobernador del estado, Ned Lamont, firmó un proyecto de ley destinado a reforzar las leyes existentes de prevención de la violencia armada y fortalecer la prohibición de armas de asalto del estado.
El tiroteo de Sandy Hook llevó al presidente Barack Obama a pedirle a Biden, entonces su vicepresidente, que encontrara formas de abordar la violencia armada a través de la acción ejecutiva.