Se acaba de registrar en el mundo el mes de junio más cálido en tierra y mar, con temperaturas oceánicas que marcan nuevos máximos por tercer mes consecutivo.
Las temperaturas combinadas del suelo y del océano en toda la Tierra fueron 1.05 grados Celsius por encima del promedio del siglo XX de 15 grados Celsius, lo que convierte a este junio en el más cálido en datos que se remontan a 174 años, dijo el US National Centers for Environmental Information a través de un comunicado. Es “prácticamente seguro” que este año se ubicará entre los 10 más cálidos registrados, dijo la agencia.
Las olas masivas de calor han puesto en peligro vidas y gravado las redes de energía en todo el mundo desde principios de año. El clima abrasador también está provocando sequías que han contribuido a los incendios forestales, como los que quemaron más 8.1 millones de hectáreas en todo Canadá y que envían humo a Estados Unidos y Europa.
Mientras tanto, las elevadas temperaturas de los océanos crean condiciones propicias para los huracanes. El mes pasado, los océanos del mundo produjeron nueve tormentas con nombre por encima del promedio, cuatro de las cuales alcanzaron la fuerza de huracán. La energía ciclónica global acumulada, una medida del poder de las tormentas, fue casi el doble del valor normal de junio.
Además de las temperaturas globales, el hielo marino antártico alcanzó su nivel más bajo registrado a pesar de que encontrarse en temporada invernal, dijo la agencia.
Julio no se queda atrás en altas temperaturas...
Julio ha visto los 10 días más calurosos jamás registrados a medida que las olas de calor se extienden por todo el mundo.
La temperatura global promedio superó los 17 °C por primera vez el 3 de julio y se mantuvo por encima de ese nivel hasta esta semana, según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de Estados Unidos.
El calor extremo subraya los peligros de las emisiones de carbono cada vez mayores generadas por la quema de combustibles fósiles. La amenaza del cambio climático se ve agravada este año por el fenómeno meteorológico de El Niño que aumentará aún más las temperaturas globales.