Con demoras en algunos colegios electorales de la capital de Argentina, los argentinos votaban el domingo en unas primarias para elegir a los candidatos a las elecciones generales de octubre que darán una pista de cuán ansiosos están por un cambio, en un país que sufre una de las peores tasas de inflación del mundo.
Más de 35 millones de personas están convocadas a participar en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que funcionan como una suerte de test electoral para calibrar las posibilidades de las fuerzas políticas y sus precandidatos de cara a las presidenciales del 22 de octubre.
Las primarias también definirán los aspirantes a ocupar 24 bancas del Senado y 130 para diputados nacionales, además de los candidatos a la alcaldía de la Ciudad de Buenos Aires y del gobierno de la provincia homónima, entre otros cargos. El voto es obligatorio.
En varios colegios electorales de Buenos Aires, donde los votantes deben usar el sistema de boleta electrónica para elegir a los candidatos a la alcaldía, se produjeron problemas técnicos con las máquinas empleadas para emitir el sufragio.
María Servini de Cubría, jueza federal con competencia electoral en Buenos Aires, dijo que “resulta preocupante el grado de improvisación con que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral”, en un escrito enviado a las autoridades electorales en el que dio detalles sobre las pruebas realizadas con las máquinas hasta bien entrada la noche del sábado, que fue reproducido por la agencia oficial de noticias Télam.
Varios precandidatos depositaron sus votos en las urnas llamando a la ciudadanía a participar ante el temor de que, debido a un clima de decepción con la clase política, la abstención sea mayor que en otras primarias celebradas en el pasado.
¿Qué dijo el presidente Alberto Fernández sobre estas elecciones?
El presidente Alberto Fernández, quien no busca la reelección debido a la caída de su imagen en las encuestas, afirmó que “llevamos 40 años de democracia y hoy debe ser un día de alegría por las elecciones.. vayamos a votar todos porque es el modo de ejercer nuestros derechos”.
También dio a entender que el proceso electoral está teñido de incertidumbre, al augurar que el próximo presidente será elegido posiblemente en una segunda vuelta electoral en noviembre.
El enojo de la población tras años de inflación —la última medición de junio dio 115 por ciento interanual— que arrojó al 40 por ciento de la población a la pobreza, sumado a la inseguridad y otros problemas crónicos de la economía argentina (escasez de dólares y endeudamiento) han marcado el pulso de una campaña electoral con final abierto.
La coalición opositora de centroderecha Juntos por el Cambio aparece mejor perfilada en las encuestas para recuperar el poder político que perdió en 2019 a manos del peronismo.
Por eso, hay una gran expectativa por la primaria entre el alcalde capitalino Horacio Rodríguez Larreta y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
María del Carmen Antonio, agente de viajes de 65 años y quien esperaba en una cola para depositar su voto a favor de Bullrich, dijo a The Associated Press que en estos comicios “se define mucho. El país necesita un cambio; no podemos seguir así”.
La dirigente de centroderecha fue una de las votantes que sufrió problemas a la hora de sufragar para elegir al candidato a alcalde de Buenos Aires cuando intentaba hacerlo mediante el sistema electrónico. “Tuve una experiencia negativa”, dijo Bullrich a los periodistas al retirarse del colegio electoral.
La exministra explicó que debió hacer ocho intentos hasta concretar su votación y por ello demoró mucho más de lo que hubiera deseado.
El conservador expresidente Mauricio Macri (2015-2019) —referente político de esa última dirigente—, llamó a los argentinos a que se movilicen “para dejar atrás una era que nos ha llevado a mucho daño y tristeza”.
¿Quiénes se perfilan para las elecciones presidenciales de Argentina de octubre?
Las primarias también pondrán a prueba el potencial del peronismo gobernante, que competirá bajo la denominación Unión por la Patria, luego de cuatro años de mandato de Fernández.
En este espacio, los sondeos dan por descontado que el ministro de Economía, Sergio Massa, se impondrá en la interna sobre el dirigente social izquierdista Juan Grabois.
Con la intención de poner en jaque a la hegemonía electoral de las dos principales coaliciones aparece el economista ultraliberal Javier Milei, de La Libertad Avanza, que propone dolarizar la economía y cerrar el Banco Central. Admirador de Jair Bolsonaro y Donald Trump, Milei aglutina el voto de los indignados con los políticos tradicionales, sobre todo, entre los más jóvenes.
Milei dijo que miembros de la “casta de políticos aferrados a sus privilegios” intentan estigmatizarlo y que Argentina tiene la oportunidad de cambiar después de décadas de fracasos.
Para instalar a un candidato en la carrera presidencial, las fuerzas políticas deben alcanzar en las PASO al menos el 1.5 por ciento de los votos válidos.