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¿Por qué Ucrania ve ‘con buenos ojos’ la muerte de Prigozhin, líder del grupo Wagner?

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que ‘no tenemos nada que ver con eso, sabemos quién fue’.

Hasta el momento, ni el Kremlin ni Ministerio de Defensa ruso han confirmado oficialmente la muerte de Prigozhin. (EFE)

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que no tiene relación con el siniestro aéreo en el que presuntamente murió el jefe del grupo ruso de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, y aseguró que su fallecimiento es “algo bueno” para su país.

“Claro que es algo bueno para Ucrania. No tenemos nada que ver con eso, sabemos quién fue”, afirmó Zelenski en una rueda de prensa en Kiev junto a su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.

En su declaración, Zelenski aprovechó incluso para hacer una broma al respecto: “Cuando pedí apoyo aéreo a los socios no era esto lo que había pensado”, afirmó.

Un avión privado de Wagner, en el que Prigozhin figuraba como uno de los pasajeros, se estrelló cuando volaba de Moscú a San Petersburgo y los diez ocupantes murieron en el siniestro, según las autoridades rusas.

Avión se estrella dos meses después de rebelión contra el Kremlin

El accidente se produce dos meses después del intento de sublevación de su líder, el poderoso mercenario Yevgueni Prigozhin, contra la cúpula militar rusa.

Hasta el momento, ni el Kremlin ni Ministerio de Defensa ruso han confirmado oficialmente la muerte de Prigozhin, que círculos cercanos al Grupo Wagner, sin embargo, dan por cierta, a la vez que culpan al presidente Vladímir Putin de estar detrás del accidente.


El 24 de junio Prigozhin, que ayudaba a Rusia en su guerra contra Ucrania como jefe del grupo de mercenarios Wagner, emprendió una rebelión armada en la región de Rostov del Don, sede del Ejército de Vladímir Putin en el sur, contra la cúpula militar rusa por atacar a sus combatientes en Ucrania, por lo que anunció que sus tropas, formadas por 25 mil hombres, se dirigían hacia Moscú.

Putin prometió entonces acabar con la sublevación cuando el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, medió para que Prigozhin abandonara sus posiciones e hiciera retroceder a sus tropas, como finalmente ocurrió.

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