Una estela de destrucción es lo que muestran las primeras imágenes del paso de Idalia por el noroeste de Florida, un estado en el que el huracán, ahora degradado a tormenta, ha provocado inundaciones históricas, cierre de carreteras, viviendas despedazadas y donde todavía más de 260 mil casas y edificios están sin energía.
Idalia, que tocó tierra este miércoles 30 de agosto, en Florida, con vientos de 205 km/h, es el huracán más poderoso que en los últimos 125 años ha impactado en la región de Florida conocida como “Big Bend”, luego de que un ciclón sin nombre tocara tierra allí, en 1896, con esa misma potencia.
En Cedar Key, al norte de la Bahía de Tampa, la marejada ciclónica elevó el mar hasta 2.4 metros por encima de su nivel normal en la mañana de este miércoles, según las primeras informaciones, un registro superior al récord en esta parte que produjo el huracán Hermine en 2016.
Por el momento, se han reportado dos muertos a causa del ciclón, quienes perecieron en accidentes de tránsito mientras conducían en medio de “extremas” condiciones climáticas, según informó la Patrulla de Carreteras (FHP), aunque el gobernador del estado, Ron DeSantis, dijo que “no hay muertes confirmadas”.
Según el gobernador, en Florida se contabilizan más de 250 mil hogares sin energía eléctrica.
Las inundaciones han obligado a que en la localidad de St. Petersburg las autoridades rescataran a unas 75 personas en bote, como revela una publicación en X (antes Twitter) de su cuerpo de bomberos.
El alcalde de esta ciudad, Ken Welch, informó que en algunas partes han visto una marejada de hasta 1.2 metros, mientras que medios publican imágenes de personas desplazándose en canoas y kayak por intersecciones de calles completamente inundadas.
Rescates en hidrodeslizadores
En el condado de Hernando, otro de los fuertemente golpeados, una familia de cuatro miembros a la que no le dio tiempo de evacuar tuvo que ser transportada en un hidrodeslizador, el popular transporte fluvial usado por los turistas en los humedales de Florida.
Entrevistada por el canal local Tampa Bay 10, la madre de la familia residente en Pine Island relató que fue rescatada por los equipos de la oficina del alguacil local porque su automóvil no respondía al arrancarlo, y cuando finalmente lo hizo “ya era media hora tarde”.
”Hubiéramos preferido que hubieran evacuado la noche anterior. Realmente es por la gracia de Dios que el nivel del agua se mantuvo a raya durante la noche”, dijo el alguacil local, Al Nienhuis.En la localidad de Steinhatchee, en el condado de Taylor, uno de los más castigados del Big Bend, la marejada ciclónica y la lluvia anegó zonas enteras.
Uno de los vecinos de esta localidad, Daniel Dickert, señaló al diario Tampa Bay Times que nunca había visto una inundación con el nivel del agua tan alto como la causada por Idalia.
La camioneta de Dickert quedó sumergida hasta casi un metro y los muelles de la zona estaban destrozados, con veleros arrojados hacia el interior de la tierra por la acción del viento huracanado y la marejada.
Pese a haber perdido intensidad tras tocar tierra, Idalia es esta tarde una tormenta tropical no exenta de peligro a su paso por el sureste de Estados Unidos, generando marejadas ciclónicas potencialmente mortales, vientos dañinos, tornados y lluvias torrenciales.
Reapertura de aeropuertos
Los tres principales aeropuertos de Florida ubicados en la trayectoria de Idalia, y que estuvieron cerrados desde el martes (Tampa, Sarasota Bradenton y St. Pete-Clearwater) han vuelto a operar paulatinamente.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, telefoneó al gobernador de Florida, así como a los de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, Brian Kemp, Henry McMaster y Roy Cooper, respectivamente, para reiterar el apoyo de la administración federal en las tareas de recuperación.