Al borde de un cierre del gobierno federal en Estados Unidos, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy anunció el sábado un cambio radical, tratando de impulsar un paquete de fondos por 45 días a través de la cámara baja con la ayuda de los demócratas. La medida podría mantener al gobierno en operaciones, pero sin duda pone en riesgo el puesto de McCarthy.
Los legisladores republicanos sostuvieron un encuentro en privado el sábado por la mañana, a pocas horas antes del plazo de la medianoche, para financiar las operaciones del gobierno o enfrentar un cierre de gobierno y sus respectivas afectaciones. El nuevo plan dejaría de lado la ayuda para Ucrania, a la que un creciente número de republicanos se opone.
La cámara baja se preparaba para una votación expedita de la medida el sábado.
“Nuestras opciones se nos escapan de las manos con cada minuto”, dijo el representante republicano Mario Diaz-Balart, al salir de la sesión privada en el Capitolio.
¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo el sábado 30 de septiembre?
Sin un acuerdo para la medianoche del sábado, los trabajadores federales se enfrentarán a licencias sin goce de sueldo, más de 2 millones de soldados en activo y reservistas trabajarán sin remuneración y los programas y servicios de los que depende la población comenzarán a sufrir afectaciones.
El cambio repentino de rumbo en la Cámara de Representantes mantendría financiado al gobierno por los próximos 45 días a los niveles actuales de 2023 y brindaría fondos para ayuda contra desastres en Estados Unidos.
El republicano McCarthy se verá obligado a depender de los demócratas para obtener una aprobación porque el flanco intransigente republicano ha dicho que está en contra de cualquier medida a corto plazo. McCarthy estaba por iniciar un proceso de votación que requerirá una supermayoría de dos terceras partes de los 435 miembros de la cámara baja, unos 290 sufragios para la aprobación. Los republicanos cuentan con una mayoría de 221-212.
Depender de los votos de los demócratas y dejar atrás a su flanco intrasigente es algo que los republicanos, al extremo más derechista del partido, han advertido que pondrá en riesgo el puesto de McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes. Es casi un hecho que no tardarán en presentar una moción para intentar retirar a McCarthy del cargo, aunque no es seguro que cuenten con los votos suficientes para lograr su objetivo.
“Si alguien quiere quitarme porque quiero ser la persona adulta en la habitación, adelante, puede intentarlo”, dijo McCarthy sobre la amenaza. “Pero pienso que este país es demasiado importante”.
El cambio radical se produce después de que colapsó el plan anterior que McCarthy presentó el viernes para aprobar una medida exclusivamente republicana que incluía recortes de hasta el 30 por ciento a la mayoría de las agencias del gobierno y que la Casa Blanca y los demócratas calificaron de extremo.