Estados Unidos y otros países crearán una nueva fuerza para proteger a los buques que transitan por el Mar Rojo, donde algunos han sido atacados con drones y misiles balísticos disparados desde zonas de Yemen controladas por los hutíes, dijo en Bahrein el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
La gravedad de los ataques, varios de los cuales han dañado buques, ha llevado a algunas compañías navieras a ordenar a sus barcos que se mantengan a la espera y no entren en el estrecho de Bab el-Mandeb hasta que pueda resolverse la situación de seguridad.
“Se trata de un desafío internacional que exige una acción colectiva”, declaró Austin en un comunicado emitido poco después de la medianoche en Bahrein. “Por ello, hoy anuncio el establecimiento de la Operación Guardián de la Prosperidad, una nueva e importante iniciativa multinacional de seguridad”.
El Reino Unido, Bahrein, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España se unirán a Estados Unidos en la nueva misión, según dijo Austin. Algunos de los países realizarán patrullas conjuntas, mientras que otros proporcionarán apoyo de inteligencia en el sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén.
Otros países también han acordado participar en la operación, pero prefieren no ser nombrados públicamente, dijo un funcionario de defensa bajo condición de anonimato para poder discutir detalles de la nueva misión que no han sido anunciados públicamente.
La misión estará coordinada por el ya existente Grupo de Trabajo Combinado 153, creado en abril de 2022 para mejorar la seguridad marítima en el Mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb y el Golfo de Adén. El grupo ha contado con 39 países miembros, pero los funcionarios estaban trabajando para determinar cuáles de ellos participarían en este último proyecto.
Tres destructores de la Marina estadounidense —el USS Carney, el USS Stethem y el USS Mason— se han desplazado diariamente por el estrecho de Bab el-Mandeb para ayudar a disuadir y responder a los ataques de los hutíes.
La ampliación de la operación se produjo después de que el 3 de diciembre tres buques comerciales fueran alcanzados por misiles disparados por los hutíes de Yemen.
Hasta la fecha, Estados Unidos no ha contraatacado a los hutíes ni ha atacado ninguna de las armas u otras instalaciones de los combatientes yemeníes. El lunes, Austin no respondió a la pregunta de por qué el Pentágono no había contraatacado.