Donald Trump dijo el sábado 10 de febrero que, como presidente de Estados Unidos, advirtió a los aliados de la OTAN que “alentaría” a Rusia “a hacer lo que quisiera” con los países “delincuentes”, mientras intensifica sus ataques a la ayuda exterior y alianzas internacionales de larga data.
En un mitin en Conway, Carolina del Sur, Trump contó una historia que había contado antes sobre un miembro no identificado de la OTAN que lo confrontó por su amenaza de no defender a los miembros de la alianza trasatlántica que no cumplieran con los objetivos de gasto en defensa del grupo.
Pero esta vez, Trump fue más allá y dijo que le había dicho al miembro que, de hecho, “alentaría” a Rusia a hacer lo que quisiera en ese caso.
“¿No pagaste? ¿Eres un delincuente?”, relató Trump que dijo. “No, no te protegeré. De hecho, los animaría a hacer lo que quisieran. Tienes que pagar. Tienes que pagar tus cuentas”.
Después de que Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea en 2014, los aliados de la OTAN acordaron detener los recortes de gasto que habían realizado después de la Guerra Fría y avanzar hacia destinar el 2 por ciento de su PIB en defensa para 2024.
El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, respondió diciendo que: “Fomentar la invasión de nuestros aliados más cercanos por parte de regímenes asesinos es espantoso y desquiciado, y pone en peligro la seguridad nacional estadounidense, la estabilidad global y nuestra economía interna”.
Los comentarios de Trump se producen mientras Ucrania está en guerra con Rusia desde hace casi dos años, y cuando los republicanos en el Congreso se han vuelto cada vez más escépticos para proporcionar dinero adicional a Kiev, mientras batalla con contraofensivas estancadas y escasez de armas.
También se producen cuando Trump y su equipo confían cada vez más en que él asegurará la candidatura en las próximas semanas luego de obtener victorias en las primeras votaciones del calendario de nominaciones republicanas de 2024.
Durante su campaña de 2016, Trump alarmó a los aliados occidentales al advertir que, bajo su liderazgo, Estados Unidos podría abandonar sus compromisos en virtud del tratado de la OTAN y solo salir en defensa de los países que cumplen con las directrices de la alianza comprometiendo el 2 por ciento de su Producto Interno Bruto al gasto militar.
Al final, como presidente, Trump respaldó la cláusula de defensa mutua del Artículo 5 de la OTAN, que establece que un ataque armado contra uno o más de sus miembros se considerará un ataque contra todos. Pero a menudo describió a los aliados de la OTAN como sanguijuelas del ejército estadounidense y cuestionó abiertamente el valor de la alianza militar que ha definido la política exterior estadounidense durante décadas.