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Carolina Camaño: La argentina que fue testigo de un crimen en México y su ‘tortuoso’ traslado

Un accidente cerebrovascular afectó gravemente la condición de Carolina Camaño, quien tuvo un traslado de horas sin consideración de las autoridades de Argentina.

Carolina Camaño disfrutaba de sus vacaciones en México cuando presenció un crimen en las playas de Quintana Roo. (Cuartoscuro)

La historia de Carolina Camaño, mujer de procedencia Argentina, ha impactado en todo el país gobernado por Javier Milei, luego de que se diera a conocer su traslado hacía el país en condiciones austeras tras haber sido testigo de un crimen en México.

La abogada que la representa a ella y a su familia denunció que tanto el gobierno de Alberto Fernández y el de Javier Milei, que hicieron la transición el pasado 10 de diciembre, son responsables del “desamparo” de los argentinos en el exterior, según recogió un reportaje del diario argentino La Nación.

Y es que fueron horas para que la mujer pudiera volver a su país, y ahora tiene una condición física vulnerable y se encuentra dentro de un proceso de recuperación que según la familia ha sido doloroso, así como pesado en materia económica.

¿Cuál es la historia de Carolina Camaño?

Procedente de la provincia de Córdoba, Carolina Camaño es una mujer de 31 años que en octubre y noviembre del año pasado decidió tomar unas vacaciones sola en Mérida, localidad de Yucatán en el sureste de México, así como en Playa del Carmen, Quintana Roo.


El 26 de noviembre, mientras estaba en Playa del Carmen fue testigo de un crimen, lo que le hizo volver al lugar en el que se hospedaba.

La situación fue complicada para ella, pues comenzó a sentirse mal y no tardó mucho en presentar convulsiones y desmayarse, por lo que fue llevada a un hospital público en la zona.

La ‘pesadilla’ de Camaño fue más que un susto, pues su papá relató que estuvo dos días inconsciente y que supuestamente los doctores la dieron de alta sin recomendarle algún tratamiento en particular y sin análisis que demostraran concretamente qué tenía la mujer argentina.

Su salida del hospital no duró mucho, pues una vez que regresó al sitio en el que se hospedaba volvió a sentirse mal y recayó, por lo que algunos amigos que tenía se cooperaron para llevarla a un hospital privado en la zona, donde se le hizo una tomografía, donde se reveló que tenía un meningioma y un aneurisma sangrante del tamaño de una pera, según recoge el diario argentino.


Ante la falta de dinero, Camaño no pudo continuar su tratamiento en el hospital de paga y tuvo que integrarse a uno público nuevamente, donde ahora no tenían lo necesario para atender el problema de salud de la argentina y dejándola únicamente con la oportunidad de volver a casa y continuar su tratamiento desde allá.

Ahí fue que comenzó la travesía de Carolina Camaño, quien pasó por Mérida, Cancún, Panamá y finalmente llegó a Córdoba con un estado de salud deteriorado, así como con distintos problemas físicos que hasta la fecha continúan afectando su calidad de vida.

Este mes, su padre dijo a La Nación que la mujer “no atinaba nada y no me reconoció”. Además, se ha señalado que meses después del incidente no mueve el tronco y no habla, únicamente se expresa por momentos con las facciones de su rostro.

La abogada que les defiende en el caso critica que las autoridades en Argentina no ejercen los tratados de reciprocidad necesarios para que sus ciudadanos no padezcan fuera del país en caso de complicaciones como la que sufrió Carolina Camaño, que ahora se enfrenta a un mal que ha afectado gravemente su salud, mientras su familia libra una carrera a contrarreloj para responder a las necesidades económicas del tratamiento.

Con información de La Nación.

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