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Maternidad en el corazón de Yemen: El hospital que es la ‘luz de esperanza’

En el hospital Al Qanauis, las doctoras atienden a bebés, niños y niñas que viajan con sus familias hasta ahí en busca de ayuda.

La doctora de MSF, Ola Al Hitary, realizando el seguimiento de los pacientes ingresados en el departamento de pediatría del Hospital Al Qanauis. (MSF)

En Yemen, un país en conflicto desde 2014, hay una sala de pediatría del hospital materno-infantil de Al Qanauis, en la gobernación de Al Hudaydah, donde Médicos Sin Fronteras (MSF) ofrece servicios sanitarios de calidad a niños y niñas de entre 1 mes y 15 años. Ahmed, Assil y Layth son algunos de nuestros pequeños pacientes.

En mayo de 2023, abrimos este espacio pediátrico. Aquí ofrecemos servicios sanitarios de calidad a niños y niñas de entre 1 mes y 15 años que padecen afecciones médicas como infecciones graves de las vías respiratorias superiores e inferiores, malaria complicada, vómitos y diarreas persistentes con deshidratación y otras afecciones agudas que requieren hospitalización.

La sala de pediatría tiene capacidad para 22 camas, incluidas dos camas de aislamiento para casos complicados de sarampión, difteria, tos ferina o cualquier otra enfermedad infecciosa. Entre mayo y diciembre de 2023, nuestro equipo ingresó a 639 pacientes en el servicio de pediatría.

Karima y su hijo Ahmed, de 6 meses, son de Wadi Mor, en el distrito de AzZuhra. Viajaron durante tres horas para llegar hasta aquí. Alternaron trayectos en animales y coches para llegar a tres paradas diferentes.

“Ahmed estaba enfermo. Lo llevamos a una clínica, pero el equipo nos dijo que no tenían ningún tratamiento para él, así que nos pidieron que lo lleváramos al hospital materno-infantil Al Qanauis”, cuenta Karima.

“No teníamos medios económicos para pagar el tratamiento de Ahmed; apenas podíamos pagar los gastos de transporte. Aquí el tratamiento es gratuito”, añade.

A su llegada a la planta de pediatría, a Ahmed le diagnosticaron neumonía. Llevaba 5 días en tratamiento y cada día está un poco mejor.

Nuestra pediatra, la Dra. Eugenia Matos, examina a Assil, un bebé de 13 meses que recibe tratamiento. Assil tenía fiebre y diarrea. Su estado empeoró día a día durante una semana. Su familia no encontró tratamiento para él en ninguna de las clínicas que visitaron.

La familia tuvo que endeudarse para poder pagar el viaje de tres horas al hospital. Llegó en estado crítico. Entonces le diagnosticaron meningitis, que era la causa de sus convulsiones. Assil recibió tratamiento durante 15 días antes de empezar a recuperarse lentamente.

Salwa se sienta junto a su nieto en el hospital. Layth, de 4 meses, tosía y tenía problemas respiratorios. Le diagnosticaron neumonía. Salwa y Layth viajaron desde el distrito de Haradth a Zaidiyah: tres horas después, llegaron. “Aquí hay buenos cuidados para cada niño, el seguimiento es cercano, está limpio y bien organizado, y ofrecen todo gratis”, dice Salwa.

“No podemos permitirnos las tasas de ingreso y el coste de las pruebas médicas en otros sitios. Pedimos un depósito para cubrir los gastos de transporte al hospital”, añade esta abuela.

Es el primer hijo de mi nuera y estoy aquí para apoyarla¨, concluye.

Nuestra doctora Ola Al Hitary hace el seguimiento de los pacientes ingresados. “Las morbilidades más comunes que vemos entre los niños son principalmente infecciones de las vías respiratorias, desnutrición y diarrea. A veces, recibimos niños que padecen tos ferina y menilitis”, explica.

“Los principales retos a los que nos enfrentamos al prestar los servicios son el elevado número de pacientes que recibimos, que hace que las salas estén abarrotadas, y la llegada tardía de algunos pacientes debido a las dificultades de los padres para encontrar un transporte asequible, o a la falta de disponibilidad de servicios sanitarios más cercanos a las familias, por lo que recorren largas distancias para llegar a nuestro hospital”.

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