Los legisladores franceses aprobaron este lunes por abrumadora mayoría un proyecto de ley que consagrará el derecho de la mujer al aborto en la Constitución de Francia, una medida histórica diseñada para evitar el retroceso visto en Estados Unidos en los últimos años.
En una sesión conjunta excepcional del Parlamento convocada en el Palacio de Versalles, el proyecto de ley fue aprobado por 780 votos a favor y 72 en contra. El aborto goza de un amplio apoyo en Francia en la mayor parte del espectro político y es legal desde 1975.
La votación convierte a Francia en el primer país en tener el derecho constitucional a la interrupción del embarazo desde que la antigua Yugoslavia lo inscribió en su Constitución de 1974. La Constitución de Serbia de 2006 mantiene ese espíritu y establece que “toda persona tiene derecho a decidir sobre el nacimiento”.
Casi toda la sala se puso de pie en una larga ovación tras la aprobación. Hubo escenas de júbilo en toda Francia cuando activistas por los derechos de las mujeres celebraron la medida prometida por el presidente Emmanuel Macron inmediatamente después que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho constitucional al aborto en junio de 2022.
En vísperas de la histórica votación, el primer ministro Gabriel Attal se dirigió a los 925 legisladores reunidos para la sesión conjunta en Versalles y les pidió que hicieran de Francia ejemplo y líder de los derechos de las mujeres en todo el mundo.
“Tenemos una deuda moral con las mujeres”, dijo Attal. Rindió homenaje a Simone Veil, una destacada legisladora, exministra de salud y feminista clave que en 1975 defendió el proyecto de ley que despenalizó el aborto en Francia.
“Estamos ante la oportunidad de cambiar la historia”, declaró Attal en un discurso conmovedor y decidido. “Hagan que Simone Veil se sienta orgullosa”, dijo ante una gran ovación.
La cámara baja del Parlamento, la Asamblea Nacional, aprobó abrumadoramente la propuesta en enero. El Senado adoptó el proyecto de ley el miércoles, superando un obstáculo clave para la ley prometida por Macron, destinada a hacer que “el derecho de la mujer a abortar sea irreversible”.