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10 razones para pensar en las necesidades humanitarias de Siria

En las zonas donde se ha podido negociar el acceso, como el noroeste y el noreste de Siria, se gestionan hospitales o centros de salud

MSF distribuye suministros de invierno en los campos de personas desplazadas más afectados. Noroeste de Siria, en octubre de 2023. © AbdelRahman Sadeq/MSF

Después de casi 12 años de sufrir las terribles consecuencias de la guerra, el mundo ha dejado de lado este país que necesita de ayuda humanitaria urgente. En Médicos Sin Fronteras (MSF), te compartimos 10 razones que te explican por qué:

1. Un conflicto de larga duración

En 2011, un gran número de personas sirias salieron a las calles para exigir reformas democráticas. El levantamiento evolucionó rápidamente, de protestas inicialmente menores, a protestas masivas durante marzo. Las manifestaciones fueron respondidas con violencia policial y militar, detenciones masivas y una brutal represión que provocó cientos de personas fallecidas y miles de personas heridas.

La situación pasó rápidamente de protestas localizadas a un conflicto de gran escala, dando lugar a una situación humanitaria devastadora que se agrava cada vez más.

2. Más de 14 millones de sirios en condiciones infrahumanas

A medida que el conflicto cobró mayor fuerza, la población siria comenzó a abandonar sus ciudades de origen, con dirección a diferentes partes del país o hacia países vecinos.


Es el país con mayor número de desplazados internos del mundo, con 6,9 millones, la mayoría mujeres y menores, quienes sobreviven en condiciones de precariedad. Actualmente, más de 14 millones de personas requieren asistencia, una cifra récord, si la comparamos con otros contextos.

3. Campos de refugiados sobrepoblados y deteriorados

Los campos están sobrepoblados y sus infraestructuras son básicas o inexistentes: muchos carecen de carreteras, electricidad, agua corriente, aseos, duchas y desagües pluviales.

A menudo están situados en zonas remotas, propensas a las inundaciones, lejos de las ciudades y de servicios esenciales como escuelas, mercados y centros de salud.

El mal estado de las carreteras y la inseguridad derivada del conflicto aíslan aún más a los residentes de los campos.

Las más de 40 mil personas (93 por ciento son mujeres, 65 por ciento menores de 18 años y 51 por ciento menores de 12 años), detenidas en el campo de Al Hol, en el noreste de Siria, cerca de la frontera con Irak, se enfrentan a numerosos retos, como el acceso limitado al agua.

En MSF gestionamos siete clínicas móviles que brindan atención sanitaria básica en 23 campos de desplazados de la provincia de Idlib. En octubre, nuestros equipos distribuyeron kits de invierno a más de 3 mil 800 familias de estos campos.

4. Políticas que impiden la asistencia humanitaria

Muchas de las políticas [de seguridad] vigentes impiden la prestación de asistencia sanitaria y el acceso a ella.

Por ejemplo, la no renovación por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de la resolución transfronteriza (RCSNU 2672) que salvaguarda el acceso a la ayuda humanitaria vital para el noroeste de Siria es inexcusable.

La población que vive en esta zona ha perdido una vía vital para recibir ayuda de manera imparcial y eficaz. Actualmente, más de 4 millones de personas viven en esta parte de Siria y han soportado años de sufrimiento como consecuencia de un largo y violento conflicto.

5. La inseguridad para acceder al país

La continua inseguridad y las restricciones de acceso limitan gravemente la capacidad para brindar asistencia humanitaria que esté a la altura de las necesidades. Por eso, MSF opera donde puede.

En las zonas donde ha podido negociar el acceso, como el noroeste y el noreste de Siria, gestionamos y apoyamos hospitales o centros de salud. También brindamos asistencia sanitaria a través de clínicas móviles.

6. El inclemente cambio de clima

Las temperaturas en esta región descienden con frecuencia hasta los 5 grados centígrados, a menudo acompañadas de fuertes vientos y lluvias torrenciales, que provocan inundaciones y destruyen las frágiles tiendas de campaña en las que viven los residentes de los campos.

La escasez de combustible para las estufas también es un problema importante. Muchas personas recurren a encender hogueras dentro de sus tiendas para mantenerse calientes.

Esto supone un grave riesgo de incendio, ya que las tiendas suelen estar hechas de materiales inflamables y se montan muy juntas en los campos sobrepoblados. En 2022 se registraron más de 180 incendios en campos del noroeste de Siria.

7. Un fuerte terremoto en medio de la crisis

El devastador terremoto que sacudió el noroeste de Siria el 6 de febrero de 2023, dejó al descubierto la ya de por sí grave situación humanitaria y empeoró las necesidades médicas y humanitarias.

Un año después, muchos siguen viviendo con las consecuencias de los terremotos, ya que un elevado número de personas están desplazadas y padecen las consecuencias de un alojamiento inadecuado y un acceso insuficiente a los recursos esenciales.

Los terremotos, además, dañaron 55 instalaciones de salud, dejándolas incapaces de funcionar plenamente.

8. El impactante deterioro de la salud mental

Para quienes han sufrido sucesos traumáticos, como violencia y desplazamiento, las pésimas condiciones de los campos no han hecho, sino exacerbar su angustia.

Los síntomas del trastorno de estrés postraumático y la depresión son constantes. Desde el terremoto, el 6 de febrero de 2023, los casos de trastorno de estrés postraumático y problemas de comportamiento han aumentado, especialmente entre las niñas y niños.

MSF ha proporcionado servicios de salud mental a personas en el noroeste de Siria desde 2013. Después de los terremotos, gestionamos una iniciativa integral de salud mental como parte de nuestra respuesta de emergencia.

Equipos móviles de asesores de salud mental brindaron primeros auxilios psicológicos, mientras que se brindó asesoramiento especializado a pacientes de riesgo moderado y alto en 80 localidades.

9. Niños y niñas sufren angustia emocional

Los niños y niñas, víctimas inocentes de circunstancias que escapan a su control, no solo se enfrentan a penurias físicas, sino también a las cicatrices visibles e invisibles de la angustia mental.

MSF abordamos la crisis de salud mental intentando desestigmatizar la salud mental y la atención psicosocial.

Promovemos conversaciones abiertas sobre salud mental, un paso crucial para fomentar una comunidad solidaria en la que buscar ayuda se considere un signo de fortaleza, no de debilidad.

10. Solo se cubre una pequeña parte de las necesidades

La escasez de fondos de ayuda se ha traducido en un suministro limitado de asistencia. MSF solo puede cubrir una pequeña parte de las necesidades de la región.

Desde la reciente escalada militar, el número de personas desplazadas ha aumentado notablemente, exacerbando su sufrimiento e incrementando las necesidades de la población, incluyendo las de protección y atención médica.

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