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No nos olvidemos de Somalia

En 2023, la segunda ciudad de Somalia, Baidoa, sufrió condiciones climáticas extremas, incluyendo la peor sequía en 40 años e inundaciones relacionadas con El Niño.

Sala de hospitalización de maternidad del Hospital Regional de Bay en Baidoa. (© Abdulkareem Yakubu/MSF).

Baidoa es un lugar donde Médicos Sin Fronteras (MSF) ha trabajado durante mucho tiempo. Hoy se enfrenta a un gran número de personas internamente desplazadas. Hay alrededor de 1,1 millones de personas en Baidoa y sus alrededores. De ellas, casi 700 mil son desplazadas internas y las condiciones a las que se enfrentan son muy duras”, afirma el Dr. Tammam Aloudat, director de MSF en Países Bajos.

Se estima que unos cuatro millones de personas, es decir, una de cada cinco de la población de Somalia, enfrentan inseguridad alimentaria de emergencia. 3,8 millones de personas están desplazadas de sus hogares y 1,7 millones de niñas y niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda.

La prolongada crisis humanitaria detrás de estas impactantes cifras es el resultado de conflictos en curso, desastres relacionados con el clima como inundaciones y sequías, brotes recurrentes de enfermedades infecciosas y altos niveles de pobreza.

En 2023, la segunda ciudad de Somalia, Baidoa, sufrió condiciones climáticas extremas, incluyendo la peor sequía en 40 años e inundaciones relacionadas con El Niño, un fenómeno climático asociado a fenómenos meteorológicos extremos. Baidoa alberga a un gran número de personas desplazadas. Alrededor de 740,000 del millón de habitantes de la ciudad han sido desplazados de otras partes del país. Y continúa recibiendo nuevas llegadas: más de 27 mil 049 personas desplazadas han llegado a Baidoa este año.


Esto supone una enorme presión sobre los ya limitados recursos de la ciudad, particularmente en los servicios de agua y saneamiento. A medida que se acerca la temporada de lluvias, aumentan los riesgos de brotes de enfermedades transmitidas por el agua, incluyendo brotes de cólera.

Cuando enferman o necesitan atención médica, muchas personas desplazadas en Baidoa tienen dificultades para llegar a un centro de salud. “Mi hermana tenía dolores de parto, pero no podía llevarla al hospital para que recibiera atención médica”, cuenta una mujer de 23 años que vive en un campo en Baidoa. “Nuestros mayores desafíos son viajar por carreteras que se han vuelto intransitables debido a las inundaciones y la inseguridad, así como al alto costo del transporte. Necesitamos un mejor acceso al hospital a través de servicios de ambulancia y buenas carreteras”.

Las tasas de mortalidad materna e infantil en Somalia se encuentran entre las más altas del mundo. En gran medida debido al acceso limitado de la población a la atención médica, agravado por las sequías, las inundaciones y el recrudecimiento del conflicto. Las mujeres, niñas y niños desplazados que viven en campos corren un riesgo especial. Dado que en Baidoa sólo hay dos hospitales que atienden al creciente número de personas desplazadas, existe una necesidad urgente de fortalecer los servicios primarios de salud para permitir que las mujeres embarazadas puedan acceder a atención esencial. Reducir las derivaciones tardías y alentar a las mujeres a dar a luz en centros médicos en lugar de centros potencialmente inseguros en sus hogares o refugios.

En MSF apoyamos al hospital regional Bay en Baidoa desde mayo de 2018 para abordar las necesidades sanitarias de mujeres y niños, reducir la mortalidad infantil y pediátrica y prepararse para posibles brotes de enfermedades. Los equipos de MSF brindan una variedad de servicios médicos a madres y niños en el hospital, así como a través de clínicas comunitarias y campañas de vacunación dirigidas a mujeres embarazadas y recién nacidos.


“Estamos mejorando la eficiencia de nuestros servicios mediante la construcción de estructuras semipermanentes en siete centros. Brindamos atención prenatal básica, tratamiento para la diarrea, infecciones respiratorias y malaria, actividades de promoción de la salud y derivaciones”, explica el Dr. Pitchou Kayembe.

Los servicios de salud no sólo tienen dificultades en Baidoa. La crisis humanitaria y el creciente número de personas desplazadas están presionando a los proveedores de atención sanitaria de todo el país, incluyendos las organizaciones humanitarias. Además del aumento del número de pacientes y de los costos, el suministro de ayuda médica y humanitaria se ha visto interrumpido por la inseguridad.

“Instamos a todas las organizaciones humanitarias en Baidoa a trabajar de manera coordinada para abordar las necesidades insatisfechas de las personas desplazadas en términos de alimentos, refugio, agua potable y acceso a la atención médica. A que inviertan más en fortalecer la capacidad de respuesta antes de las próxima temporada lluvias”, añade el Dr. Kayembe.

Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 6,9 millones de personas en Somalia necesitarán asistencia humanitaria en 2024, de las cuales 5,2 millones serán destinatarias de la ayuda. El plan de respuesta humanitaria necesita 1,600 millones de dólares de financiación y actualmente experimenta un déficit de financiación de 1,400 millones de dólares.

Las pocas organizaciones humanitarias en el suroeste de Somalia que abordan las necesidades de la población desplazada carece de financiación. Requieren una mejor coordinación para optimizar los recursos disponibles.

A pesar de los recortes en la financiación humanitaria observados en Somalia, en MSF seguimos comprometidos a continuar su trabajo en la región somalí. Nos centramos en el suroeste, que solo cuenta con un hospital de referencia y dos hospitales generales para toda la región.

“Estamos viendo mucha cobertura mediática sobre emergencias como las de Gaza, Sudán y Ucrania. Todas ellas son catastróficas y requieren asistencia y atención humanitaria. Pero eso no debe ocurrir a costa de emergencias menos visibles o crisis continuas y prolongadas como la de Somalia”, concluye el Dr. Tammam Aloudat.

Por más de cuatro décadas, Médicos Sin Fronteras hemos ayudado a abordar las necesidades humanitarias y de salud de las comunidades somalíes. En 2023, nuestros equipos trabajaron en Hargeisa, Sool, Galkacyo Norte, Galkacyo Sur, Baidoa y Dhobley, tratamoa a más de 2,000 niñas y niños con desnutrición. Atendimos a 15,635 pacientes con diarrea acuosa aguda y brindamos 204,531 consultas ambulatorias.

Actualmente, los equipos de MSF participamos activamente en la respuesta a las necesidades de salud en Galkacyo Norte, Galkacyo Sur y Baidoa.

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