El líder norcoreano Kim Jong Un prometió este martes 24 de septiembre impulsar la capacidad de guerra nuclear del país y tomar otras medidas para protestar por la reciente llegada de un submarino nuclear estadounidense a Corea del Sur.
Corea del Norte ha prometido de forma reiterada expandir su arsenal nuclear, pero la nueva amenaza de Kim Yo Jong se produjo después de que Pyongyang agravara las tensiones regionales al mostrar una instalación de enriquecimiento de uranio y probar un nuevo misil balístico este mes.
Kim Yo Jong dijo que la visita del submarino “claramente revela el frenético intento militar y estratégico de Estados Unidos”. Afirmó que como respuesta, la disuasión norcoreana de guerra nuclear debía reforzarse “tanto en calidad como en cantidad, de forma continúa y sin límites”.
“Los activos estratégicos estadounidenses nunca encontrarán su lugar de descanso en la región de la península de Corea”, dijo. “Seguiremos informando de que todos los puertos y bases militares de la RC no son lugares seguros”, dijo empleando las siglas de la República de Corea, el nombre oficial de Corea del Sur.
Sus comentarios sugerían que Corea del Norte podría probar un misil con capacidad de llegar al lugar surcoreano donde está amarrado el submarino estadounidense, según algunos observadores.
El ejército surcoreano dijo que el USS Vermont, un submarino de ataque rápido con motor nuclear, llegó el lunes a la ciudad portuaria surcoreana de Busán para recibir suministros y dar un descanso a su tripulación.
El despliegue temporal de activos militares potentes de Estados Unidos, como portaaviones, submarinos nucleares y bombarderos en Corea del Sur no es inusual, aunque Washington los ha incrementado en el último año como demostración de fuerza ante las progresivas amenazas nucleares de Corea del Norte.
Pyongyang suele responder con furia a esas visitas, que describe como prueba de intenciones hostiles, y reacciona con ensayos de misiles.
Corea del Norte prueba misil ‘supergrande’ de 4.5 toneladas
Medios estatales norcoreanos publicaron el 13 de septiembre imágenes de una instalación secreta para enriquecer uranio para armas nucleares. Era la primera instalación de su clase que presentaba Corea del Norte desde que mostró el principal recinto nuclear del país, Yongbyon, a académicos estadounidenses visitantes en 2010. Pyongyang probó la semana pasada un nuevo misil balístico diseñado para llevar lo que describió como “una ojiva convencional supergrande de 4.5 toneladas” y un misil de crucero modificado.
Desde finales de mayo, Corea del Norte también ha lanzado miles de globos con basura hacia Corea del Sur, en una campaña de guerra psicológica del estilo de la Guerra Fría. Eso hizo que Corea del Sur reanudara las emisiones de propaganda por altavoces en zonas fronterizas.
El ejército surcoreano advirtió de acciones militares no especificadas si el Norte continúa con su campaña de globos hasta un punto en el que amenace gravemente la seguridad de los civiles surcoreanos.
El vocero militar Lee Sung Joon no dijo qué medidas podría tomar Corea del Sur, pero reiteró que el ejército no baraja derribar los globos en el aire porque podrían llevar sustancias peligrosas.
Hasta ahora, los globos lanzados por Corea del Norte no han causado daños graves.