La prisión de Sednaya es el fin de la vida, el fin de la humanidad, contó un exguardia de seguridad de esa cárcel en Siria a Amnistía Internacional hace unos años. Tras la caída del régimen de Bashar al Assad, el presidente sirio ha huido del país y cientos de personas se dirigieron a la prisión de Sednaya en busca de sus seres queridos.
La prisión de Saydnaya (o Sednaya) es un lugar conocido por sus horrores, ha sido llamado “matadero humano” y “cárcel de la muerte”, por sus tratos crueles y deshumanizantes contra prisioneros: se estima que entre 5 mil y 13 mil personas fueron asesinadas ahí en secreto entre 2011 y 2015.
Según activistas consultados por Middle East Eye, además de las celdas visibles, en Sednaya existen tres pisos subterráneos ocultos, inaccesibles. Por eso, decenas de personas caminaron hasta allí desde el 8 y 9 de diciembre en busca de las miles de personas sirias desaparecidas por el gobierno de Bashar al Assad, que ahora se encuentra en Rusia.
La prisión de Sednaya se encuentra a las afueras de Damasco, en una localidad del mismo nombre.
Bashar Al Assad llegó al poder en 2000, luego de la muerte de su padre, el expresidente Hafez Assad, quien había gobernado Siria durante casi 30 años. En las protestas de 2011 que conformaron la “primavera árabe”, Bashar recurrió a las prácticas brutales de su padre para intentar aplastar a la disidencia; el alzamiento derivó en una guerra civil.
La ofensiva del pasado domingo 8 de diciembre de 2024 contra el gobierno de Assad fue liderada por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe).
Con la ciudad bajo su control, el grupo fue abriendo las puertas de todas las cárceles donde había prisioneros políticos, como activistas, periodistas, personal de ayuda humanitaria, estudiantes y disidentes en general, según Amnistía Internacional. Desde 2011, esta prisión siria se había convertido en el destino final tanto para opositores pacíficos a las autoridades como para algunos militares que eran señalados como sospechosos de oponerse al régimen de Assad.
Desde el lunes 9 de diciembre, la Defensa Civil Siria (conocidos como Cascos Blancos) llegó a la prisión de Sednaya para rescatar a personas detenidas que se cree que estarían bajo celdas subterráneas ocultas.
¿Qué se ha encontrado en la prisión de Sednaya en Siria?
Desde la cárcel de Saydnaya, la esperanza de las familias dio paso a la desesperación el lunes 9 de diciembre. La gente abrió las pesadas puertas de hierro que alineaban los pasillos para encontrar celdas vacías en el interior. Con mazos, palas y taladros, los hombres perforaron agujeros en los suelos y paredes, buscando lo que creían que eran mazmorras secretas, o siguiendo sonidos que creían haber oído desde el subsuelo. No encontraron nada.
Los insurgentes liberaron a docenas de personas de la prisión militar de Saydnaya cuando Damasco cayó el domingo. Desde entonces no se ha encontrado a casi nadie.
Los funcionarios de defensa civil que ayudaban en la búsqueda estaban tan confundidos como las familias sobre por qué no se encontraban más reclusos. Parecía que el penal había tenido menos personas retenidas en las últimas semanas, dijeron.
En 2017, Amnistía Internacional estimó que entre 10 mil y 20 mil personas “de todos los sectores de la sociedad” estaban detenidas en Sednaya en ese momento. En la práctica, señaló el grupo, estaban destinados al “exterminio”.
Se estima que unas 150 mil personas fueron detenidas o desaparecieron en Siria desde 2011, y se cree que decenas de miles de ellas pasaron por esta prisión.
Por lo general, los detenidos eran trasladados a esta prisión tras pasar meses o incluso años detenidos en otros lugares. Estos traslados se producen a menudo tras un juicio flagrantemente injusto en un tribunal militar secreto. Otros llegaban a la prisión sin haber visto a un juez y sin conocer los supuestos cargos que se les imputaban ni cuánto tiempo permanecerían detenido, según Amnistía.
La Defensa Civil de Siria tenía documentos que mostraban que más de 3 mil 500 personas estaban en Saydnaya hasta tres meses antes de la caída del gobierno en Damasco. Pero el número podría haber sido menor para cuando la prisión fue asaltada por los insurgentes el domingo.
Numerosos vídeos han ido surgiendo en las redes, además de otros publicados por los insurgentes, en los que se ven a los prisioneros salir de las celdas, algunos de ellos muy desorientados y otros con claros signos de tortura.
In a scene of total chaos these girls who look about 13 or 14 were released from the Sednaya prison in Syria today. They were told that Assad was overthrown but they don’t believe it.
— Linda Mamoun (@mamoun_linda) December 9, 2024
You can oppose a brutal regime that imprisons children AND zionism/US imperialism. pic.twitter.com/sQaft5DzUR
En tanto, para este 10 de diciembre, se informó que “entre 40 y 50 cadáveres” han sido encontrados en la prisión siria de Sednaya durante las operaciones de rescate, dijo este martes a EFE el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman.
Cascos blancos concluyen búsqueda en prisión de Sednaya
Este martes 10 de diciembre, la Defensa Civil siria (los Cascos Blancos) concluyó su misión de rescate en la cárcel de Sednaya sin encontrar “pruebas de celdas secretas o sótanos ocultos”.
En un comunicado, el grupo indicó que había llevado a cabo una “búsqueda exhaustiva en todas las secciones, instalaciones, sótanos, patios y áreas circundantes de la prisión” con la ayuda de “personas familiarizadas” con el recinto, gestionado por la Policía Militar siria y conocido por el uso de la tortura contra millares de presos.
Pese a que la búsqueda fue exhaustiva, no hubo pruebas de que haya celdas secretas o en sótanos. La Defensa Civil dijo que compartía la decepción de las familias de miles de personas desaparecidas, cuyo destino es desconocido pues se creía que estarían ahí en Sednaya.
Se cree que además de las celdas visibles, hay tres pisos de sótanos en lo que se conoce como la “prisión roja” de Sednaya.
En su informe de 2017, Amnistía Internacional dijo que Sednaya era una “galería de los horrores”. “Los reclusos del edificio rojo de Saydnaya, la mayoría presos civiles detenidos desde 2011, son sometidos a programas de abusos y torturas”, apuntó. Los Cascos Blancos informaron este martes que no hallaron indicios de que esas celdas subterráneas estén ahí.
Statement on the Conclusion of Search Operations for Possible Remaining Detainees in Secret Cells and Basements of Sednaya Prison
— The White Helmets (@SyriaCivilDef) December 9, 2024
Read the statement here: https://t.co/ekNKfR7MZ4#WhiteHelmets #Syria pic.twitter.com/Poy2PowghA
‘Terror’ desde Sednaya: Esto sabemos del hallazgo del cuerpo de Mazen al Hamada y de un ciudadano jordano
El cadáver del activista sirio Mazen al Hamada, símbolo de la brutalidad del régimen de Bachar al Assad y que estaba desaparecido desde 2020, cuando fue detenido por fuerzas gubernamentales, fue encontrado en un hospital de las afueras de Damasco. Su cuerpo estaba en el Hospital Militar de Harasta, en las afueras de la capital siria, y ha sido trasladado a otro centro sanitario, el Hospital al Muchtahid, en el centro de Damasco, para celebrar su funeral el miércoles.
Al Hamada fue un activista que organizó y participó en concentraciones a favor de la democracia desde los primeros días de las protestas antigubernamentales en Siria, iniciadas en marzo de 2011. En 2012, las fuerzas del Gobierno lo detuvieron por intentar introducir de contrabando leche materna en un suburbio asediado de Damasco. Luego de dos años de torturas, fue liberado en 2014 y salió de Siria. Sin embargo, Al Hamada volvió a Siria el 22 de febrero de 2020 y fue detenido en el aeropuerto internacional de Damasco y desde entonces se encontraba en paradero desconocido.
#MazenHamada is a Syrian from Deir ez-Zor. Al-Hamada was imprisoned and tortured for a year and a half for participating in protests in 2011.
— Diana Rahima (@Diana_A_Rahima) December 9, 2024
He became an asylum seeker in the Netherlands, where he publicly testified about the abuses he suffered.
On February 23, 2020,… pic.twitter.com/AmXX2y7duq
En la infame cárcel de Sednaya, fue liberado un ciudadano jordano que ha vuelto a su país, luego de 38 años de ser prisionero. Se trata de Osama Hasan al Batayna, quien ya ha sido llevado con su familia a la provincia de Irbid en Jordania. Al Batayne desapareció cuando tenía 18 años, en 1986, y estuvo en la prisión siria por 38 años sin acusación.
En cuanto a su estado de salud, el portavoz del ministerio de Exteriores de Jordania, Sufian Al Qodat, aclaró que fue encontrado “inconsciente y perdió la memoria”. Además, cuando la embajada de Jordania en Damasco preguntó cuándo cuando desapareció, “hubo una negación total hasta de su presencia en Siria”, concluyó.
Unos 236 prisioneros jordanos están en las cárceles de Siria, según dijo a EFE el presidente de la organización Árabe de Derechos Humanos y Antiviolencia, Abdelkarim Al Sharida.
38 years separate these two photos of the Jordanian prisoner Osama Al-Bataina in Assad’s regime prison in Saydnaya. He has lost his memory. pic.twitter.com/829ceQ0n90
— Ihab Hassan (@IhabHassane) December 10, 2024
Con información de Bloomberg, EFE, AP y Amnistía Internacional.