La inflación en Argentina mantuvo su tendencia a la baja y se situó en noviembre en 2.4 por ciento, la tasa mensual más baja desde que el presidente Javier Milei llegó al poder.
La cifra difundida el miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) se ubicó por debajo del 2.7 por ciento registrado en octubre y también de la meta de 3 por ciento que se había propuesto para el fin del año el mandatario ultraderechista, quien asumió la presidencia hace un año con una agresiva política económica.
Según el ministro de Economía, Luis Caputo, se trata del nivel mensual más bajo registrado en el país desde julio de 2020. “El proceso de desinflación continúa”, aseguró el ministro en su cuenta de X, antes Twitter.
En la comparación interanual, la inflación fue de 166 por ciento frente a igual mes de 2023, en tanto que acumula una variación de 112 por ciento entre enero y noviembre de este año.
Según los datos de INDEC, el aumento de los precios en noviembre estuvo empujado por los gastos en educación, que se elevaron un 5.1 por ciento, seguidos de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que a su vez subieron un 4.5 por ciento.
Por otro lado, las menores variaciones de noviembre se registraron en los sectores de equipamiento y mantenimiento del hogar, que cayó 1.5 por ciento, y alimentos y bebidas no alcohólicas, que se desaceleró 0.9 por ciento.
Milei, un economista libertario de 54 años, celebró las cifras a través de sus redes sociales. “Viva la libertad, carajo”, escribió el mandatario.
El ultraderechista llegó a la presidencia argentina el 10 de diciembre del año pasado con la promesa de hacer frente a la maltrecha economía y reducir la inflación —entonces la más alta del mundo—. Para ello aplicó una terapia de choque de la mano de una agresiva política que incluyó recortes en áreas como la seguridad social, salud y educación, además de cargos estatales.
Desde que Milei implementó su severo plan de ajuste —y tras marcar el 25.5 por ciento en diciembre del año pasado— la inflación inició una trayectoria descendente.
En el último año sus medidas han conseguido desacelerar los precios y avanzar hacia el equilibrio fiscal, aunque también hicieron que la pobreza se disparara por encima de la mitad de la población.
“Estamos saliendo del desierto, la recesión terminó, el país finalmente ha empezado a crecer”, dijo el mandatario la víspera en un discurso en cadena nacional con motivo de su primer año en el poder.
Pese a la mejora en las cifras, la inflación en Argentina permanece como una de las tres principales preocupaciones de los argentinos junto a la inseguridad y la incertidumbre sobre la situación económica, según un informe publicado la víspera por la consultora D’Alessio Irol y Berensztein.