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Lejos de casa: Migrantes quedan atrapados en la frontera ante cancelación de citas para pedir asilo

Cientos de migrantes quedaron atrapados en la frontera México-Estados Unidos, tras la cancelación de citas para pedir asilo.

Tristeza, preocupación e incertidumbre son algunos de los sentimientos que albergan los migrantes ante la reciente cancelación de la aplicación CBP One. (Foto: OMAR MARTÍNEZ/CUARTOSCURO)
Tristeza, preocupación e incertidumbre son algunos de los sentimientos que albergan los migrantes ante la reciente cancelación de la aplicación CBP One. (Foto: OMAR MARTÍNEZ/CUARTOSCURO) (Omar Martínez Noyola)

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) hizo efectivo, tan pronto como Donald Trump rindió protesta como presidente, el cierre de la aplicación CBP One, con la que los migrantes podían entrar de forma regular y legal a Estados Unidos. Y de inmediato la desesperanza hizo mella en los migrantes que esperaban una cita desde distintas ciudades fronterizas de México.

“Las funcionalidades de CBP One que anteriormente permitían a los extranjeros indocumentados enviar información anticipada y programar citas en ocho puertos de entrada ya no están disponibles y las citas existentes han sido canceladas”, se leía en la plataforma.

Desde que se implementó el programa, en enero de 2023, hasta finales de diciembre de 2024, más de 936 mil 500 personas programaron citas.

Al tiempo que la agencia hacía oficial el cierre, tristeza y desesperanza invadieron a los migrantes que se encontraban en la frontera de Tamaulipas, y que ya tenían programada alguna cita para acudir con un juez a solicitar asilo humanitario.

Este fue el caso de Jesús Gaviria Cruz, migrante peruano, quien tenía su cita para el 9 de febrero, pero a las 11:00 horas en la aplicación le apareció una leyenda donde se advertía que las citas programadas ya no eran válidas.

“No nos queda más que esperar a que mañana (hoy) se arregle esto; hay mucha preocupación, compañeros míos que tenían cita al día siguiente y no saben si van a poder ingresar o no”, explicando que de ninguna manera el programa ‘Quédate en México’ sería una alternativa viable para él, pues su familia ya lo espera en Estados Unidos.

El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, informó que la entidad está en condiciones de aumentar su capacidad de 6 mil 500 personas que se tiene en estos momentos en los albergues, hasta 15 mil espacios en otros centros que podrían instalarse.

Mientras tanto, en la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, se registraron desgarradores momentos entre los migrantes que acudieron al cruce Santa Fe y fueron devueltos.

Muere sueño americano en cuestión de horas

En el puente Paso del Norte-Santa Fe, Margelis Tinoco, una mujer colombiana, rompió en llanto al conocer de la cancelación de su cita programada para este lunes.

“¿Dios mío qué hago en estos momentos? ¿A dónde voy? ¡Dios mío! ¿A dónde voy en estos momentos?”, sollozó la mujer de 48 años en medio de un llanto incontenible.

Personas en movilidad que tenían siete o más meses esperando que llegara su fecha para pedir asilo en Estados Unidos vieron esfumarse sus esperanzas a las 11 de la mañana de este lunes, cuando dejó de funcionar la aplicación.

En la frontera de Coahuila con Texas, un grupo de migrantes acudió al cruce de Piedras Negras después de esperar entre nueve meses y un año en obtener su cita para este 20 de enero. Llegaron dos horas antes, como les fue requerido, y cuando quisieron consultar el estatus de su cita, la página desapareció.

“No nos han dicho nada, estamos esperando”, relató Ramiro, colombiano, quien prefirió no proporcionar su apellido. “Teníamos la cita a las 15 horas, llegamos a las 13 horas y no nos dejaron pasar el puente, migración de México. Los guardias dijeron que no, que habían dado la orden de que no pasáramos”.

Por la mañana, todavía un grupo de 30 personas, quienes tenían su cita a las 5:00 horas, logró pasar sin objeciones, pero a las 11 de la mañana, cuando Trump era ya el presidente 47 de los Estados Unidos, el programa CBP One dejó de operar, y la incertidumbre y la desolación privaron entre los migrantes.

Sebastian Ayala, originario de Colombia, se aferró a la divinidad como esperanza para tener paciencia y esperar las modificaciones a la política migratoria estadounidense para cumplir con lo que se pida y reintentar obtener una visa humanitaria.

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