Pfizer insistió en que la segunda dosis de su vacuna contra el COVID-19 debe administrarse a las personas dentro del período recomendado de 21 días, y cuestionó la decisión del Reino Unido de espaciar los tiempos entre las dos aplicaciones.
La decisión del Reino Unido de no frenar la aplicación de la vacuna tiene como objetivo vacunar cuanto antes a la mayor cantidad posible de personas de alto riesgo. Según el plan del Gobierno, la segunda dosis podría administrarse hasta 12 semanas después de la primera, superando el tiempo determinado como óptimo por los estudios de última fase de Pfizer y las cuatro semanas sugeridas para la versión desarrollada por Moderna.
El jueves, Pfizer dijo que las personas deberían recibir su segunda dosis en el tiempo recomendado, advirtiendo que "no hay datos que evidencien que la protección de la primera vacuna se mantendrá después de 21 días". La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) hizo la misma recomendación.
Anthony Fauci, experto líder del país en enfermedades infecciosas, dijo el jueves al Today Show de NBC que la aplicación de la segunda dosis está "siendo considerada por algunos", aunque no especificó por quién.
En su declaración, Pfizer dijo que se necesitaría monitorear cualquier programa alternativo de vacunación, y que las autoridades deben trabajar para garantizar que cada receptor reciba la máxima protección posible.
"Los datos del estudio de la Fase 3 determinaron que, aunque la protección parcial de la vacuna parece comenzar en los primeros 12 días después de la primera dosis, se requiere una segunda para proporcionar la máxima protección contra el virus, y lograr la eficacia de 95 por ciento", agregó.
Un documento de la FDA de preguntas frecuentes sobre la vacuna de Pfizer y su socio BioNTech señala que la evaluación de la agencia sobre la seguridad y eficacia de la vacuna se basó en datos de pacientes que recibieron las dos dosis con tres semanas de diferencia.