Los pasajeros de las compañías aéreas de Argentina han podido disfrutar por primera vez del auge global de las aerolíneas low-cost. Ahora, el cambio hacia una mayor competencia está amenazado por un rival potencial: el líder recién elegido del país.
Aunque el presidente electo, Alberto Fernández, aún no ha detallado sus planes para la industria, enfatizó durante su campaña la necesidad de impulsar a la emblemática empresa estatal Aerolíneas Argentinas. Su rival, el presidente saliente Mauricio Macri, defendió políticas que permitieron a los operadores aéreos de bajo costo competir de manera más efectiva por los pasajeros desde 2018.
La rotunda victoria de Fernández —impulsada por el rechazo de los votantes a las medidas de austeridad adoptadas como parte de un crédito de 56 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional—pone en peligro una apertura del mercado de la aviación que ha permitido que medio millón de pasajeros vuelen por primera vez.
La mayor aerolínea low-cost, Flybondi, recibió una atención no deseada la semana pasada después de que su exdirector ejecutivo calificara al partido político de Fernández como un 'cáncer' en la filtración de mensajes personales.
"La administración de Fernández puede hacer la vida mucho más difícil para las nuevas empresas y favorecer a Aerolíneas Argentinas", dijo Savanthi Syth, analista de aerolíneas en Raymond James. "Existe el riesgo de que el entorno un tanto favorable, a través de la eliminación de barreras a la entrada de competencia basada en el mercado, se revierta con un cambio de administración".
De los diversos planes generales de Macri, la apertura del sector aeronáutico fue uno de las pocos que se ejecutaron con éxito. Autorizó la competencia en más rutas y eliminó el piso en las tarifas aéreas. Junto con el operador aeroportuario Corporación América, el gobierno invirtió 2 mil 200 millones de dólares desde 2016 en obras de infraestructura. El Palomar, un antiguo aeropuerto militar cerca de Buenos Aires, fue adaptado para vuelos comerciales.
Pero la gente sigue sin agarrar el 'gusto' por volar
Empresas como Flybondi, Norwegian Air Shuttle y JetSmart de Chile llegaron a Argentina que, según Syth, registra la menor cantidad de viajes de América Latina por persona después de Venezuela. Argentina tuvo 14.2 millones de pasajeros nacionales en 2018, 13 por ciento más que el año anterior, y las aerolíneas de bajo costo actualmente vuelan en 40 rutas. Las aerolíneas low-cost han trasladado a más de 3.4 millones de pasajeros desde principios de 2018, según el Ministerio de Transporte.
"Seguimos haciendo lo que sabemos hacer, que es ser eficientes y demostrar que podemos mantener el modelo, que es un modelo que no tiene partido político", explicó Mauricio Sana, director comercial de Flybondi, en comentarios antes del revuelo de la semana pasada que involucraba al exjefe de la compañía.
El exdirector ejecutivo de Flybondi, Julian Cook, renunció a la junta de la empresa después de manifestar sus duras palabras contra el partido del próximo presidente.
Para las aerolíneas de descuento, el camino no siempre ha sido fácil en un país con una inflación de 50 por ciento y una economía que avanza a su segunda contracción anual consecutiva este año y una tercera esperada para 2020.
Quizá el problema más difícil de enfrentar ha sido la caída del peso argentino, que perdió la mitad de su valor el año pasado y ya descendió 37 por ciento en 2019. La mayor parte del descenso de este año se produjo después de la votación primaria de agosto que presagió la victoria electoral de Fernández.
Desfase de divisas
La volatilidad es una mala noticia para una industria donde el poder adquisitivo está en moneda local, pero hasta 60 por ciento de los costos están en dólares.
"El aumento de la inflación ha impuesto algunos desafíos a la capacidad de las empresas para crecer y mantener la operación", detalló Ole Christian Melhus, director ejecutivo de Norwegian Air Argentina, que opera rutas nacionales y un vuelo a Londres. "Los planes de crecimiento se han reducido".
Flybondi cuenta con la mayoría de las rutas de las aerolíneas de descuento y una cuota de mercado nacional de 8 por ciento. Desde los cambios en la política de la compañía aérea, la porción controlada por Aerolíneas Argentinas ha caído a 65 por ciento en lo que va del año frente al 74 por ciento de 2015, según el Ministerio de Transporte.
Sin embargo, el operador aéreo insignia voló 3 por ciento más de pasajeros en los primeros ocho meses de 2019 en comparación con el mismo período del año pasado a medida que aumentaba el número de viajeros.
Fernández, quien asumirá la Presidencia el próximo 10 de diciembre después de ganar en primera vuelta el 27 de octubre, hizo campaña con el compromiso de aumentar los salarios e impulsar el gasto de los consumidores. Su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, adoptó un enfoque proteccionista de la economía durante sus dos períodos en el cargo.
En la industria de las aerolíneas, el presidente entrante se ha quejado de que el aumento de los operadores de descuento ha presionado más a Aerolíneas Argentinas.
"Hizo que las low-cost vayan a los destinos rentables y Aerolíneas se tiene que hacer cargo de los destinos que no son rentables", criticó en una entrevista de radio durante la campaña. Hay que "revisar eso".
Subsidios al alza
La compañía controlada por el estado requerirá más de 300 millones de dólares en subsidios este año frente a los 197 millones de dólares de 2018, debido a la última volatilidad de la moneda, advirtió el ministro de Transporte de Macri, Guillermo Dietrich. Otro obstáculo para sus finanzas proviene de la fortaleza de sus sindicatos, que requieren más pilotos y mecánicos por avión que otras compañías que operan en el país, dijo.
"Hemos trabajado duro para reducir costos. Para reducir los kilogramos de la aeronave, analizamos todo, desde la digitalización de manuales hasta el peso de los revolvedores de café", relató.
Muchos de los operadores de bajo costo están diversificando su riesgo en medio de la turbulencia. Cuatro de ellos anunciaron este año que abrirán rutas a Brasil, el mercado más grande de la región.
Sin embargo, en última instancia, su destino depende de lo que ocurra en Argentina.
"Todavía no hay nada claro", indicó Sana de Flybondi.