El Gobierno de Suecia no protegió debidamente del coronavirus a las residencias de ancianos y es el responsable final de las repercusiones que la pandemia ha tenido en el país, determinó un reporte oficial divulgado este martes.
El país escandinavo ha sido una excepción a nivel mundial en cuanto a su estrategia contra la pandemia: en vez de imponer cuarentenas colectivas, ha dependido del sentido cívico de la ciudadanía.
Pero una comisión independiente realizó una investigación sobre la respuesta del Gobierno a la pandemia y determinó que el cuidado a los ancianos sufre de problemas estructurales y que las autoridades no estaban debidamente preparadas para lidiar con una pandemia.
Casi la mitad de las muertes por coronavirus en Suecia ha ocurrido en asilos de ancianos.
El titular de la comisión, Mats Melin, declaró que la culpa de los problemas en el sistema de salud nacional la tienen ciertas autoridades y organizaciones.
"Pero debemos enfatizar que el Gobierno es quien controla al país y que por lo tanto la responsabilidad final la tienen este y los gobiernos anteriores", manifestó Melin.
Si bien las autoridades suecas han llamado a la población a practicar el distanciamiento social, la mayoría de las escuelas, bares y restaurantes siguen abiertos.
Aun así, el país de poco más de 10 millones de habitantes ha sufrido 341 mil 29 casos de COVID-19 y 7 mil 667 decesos, mucho más que sus vecinos Noruega, Finlandia o Dinamarca.
El primer ministro de Suecia, Stefan Lofven, y el epidemiólogo oficial, Anders Tegnell, han defendido la estrategia de Suecia, afirmando que es la correcta a largo plazo. Sin embargo, han admitido que tuvieron problemas en la protección de los ancianos.
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