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Policías de Hong Kong enfrentan con gas y a golpes a manifestantes

Armados con gas lacrimógeno y garrotes, los agentes de policía confrontaron a los manifestantes, que utilizaron los carritos de equipaje para bloquear las entradas del aeropuerto.

La policía antimotines arremetió este martes por la noche contra los manifestantes a favor de la democracia, que por segundo día consecutivo bloquearon el aeropuerto de Hong Kong.

Armados con gas lacrimógeno y garrotes, los agentes de policía confrontaron a los manifestantes, que utilizaron los carritos de equipaje para bloquear las entradas del aeropuerto.

La tensión se disparó cuando un grupo de médicos trataba de sacar de la terminal aérea a una persona herida y los agentes policiacos lanzaron gas pimienta contras las personas. A este lesionado lo acusaron de ser un doble agente y fue retenido por los inconformes.

Luego de vaciar sus pertenencias, encontraron una camiseta azul que había sido usada por los partidarios de Beijing, y dijeron que era la prueba de que se trataba de un espía. También detuvieron a un segundo hombre por la misma sospecha.

Horas antes, las autoridades se vieron obligadas a cancelar todos los vuelos debido a que el líder del movimiento a favor de Beijing advirtió que los manifestantes habían llevado la situación a "un camino sin retorno".

El aeropuerto estuvo abierto ayer por la mañana, pero el lapso fue muy breve. Las autoridades aeroportuarias suspendieron los servicios de documentación para los vuelos que salían a partir de las 16:30 horas. Los vuelos que habían completado el proceso para despegar continuarían operando.

Las autoridades aeroportuarias dijeron que no pronosticaban que los vuelos que llegaran a la ciudad se vieran afectados, aunque decenas fueron cancelados. Avisaron a la gente que no acudiera al aeropuerto, que es uno de los más transitados del mundo.

La jefa de gobierno de Hong Kong, designada por Beijing, Carrie Lam, ofreció ayer una rueda de prensa para hacer un nuevo llamado a la calma y a la moderación:

"Tomen un minuto y miren nuestra ciudad, nuestra casa (…) ¿podemos soportar empujarla al abismo y verla destrozada? La violencia, ya sea su uso o su justificación, llevará a Hong Kong por un camino sin retorno y hundirá a la sociedad de Hong Kong en una situación muy preocupante y peligrosa".

Más de 200 vuelos fueron cancelados el lunes, el aeropuerto fue cerrado y ningún avión despegó ni aterrizó. Los pasajeros se vieron forzados a quedarse en la ciudad mientras las aerolíneas batallan para encontrar la forma de llevarlos a sus destinos.

Las interrupciones en el aeropuerto significan la intensificación de un movimiento de protestas dirigido a lo que muchos residentes de Hong Kong ven como un deterioro cada vez mayor de las libertades que les fueron prometidas en 1997, cuando China asumió la soberanía de la colonia británica.

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