De acuerdo con declaraciones para el Washington Post de funcionarios actuales y antiguos de la administración de Estados Unidos, agencias de inteligencia estadounidenses interceptaron conversaciones entre Jeff Sessions y el embajador ruso, Sergei Kislyak, en las cuales se trataron temas de políticas relevantes tanto para Rusia como para EU.
Cuando Sessions, actual fiscal general de los Estados Unidos, llenó el formulario de autorización de seguridad SF-86 (requisito para todo funcionario estadounidense que ocupe un puesto alto), respondió que no había tenido contacto en los últimos siete años con gobiernos extranjeros, sus oficinas o funcionarios, dentro o fuera de EU.
La información del formulario, que fue un paso en el proceso para ocupar el puesto de líder del Departamento de Justicia, contradice las declaraciones que indican que el fiscal general se reunió, cuando era asesor de política exterior de Donald Trump en la carrera por la presidencia, con Kislyak.
Funcionarios actuales y antiguos dijeron que Sessions ha dado declaraciones que se vuelven contradictorias en comparación con otras evidencias que se han presentado.
Según la información brindada por estos funcionarios, Sessions y Kislyak tuvieron pláticas en temas como la posición de Trump en Rusia y las relaciones de este país con la administración del actual presidente de Estados Unidos.
A pesar de que al principio declinó las conversaciones con el embajador ruso, Sessions ha dicho en diversas ocasiones que los temas que discutió con Kislyak estuvieron exclusivamente relacionados con su trabajo como senador de los Estados Unidos.
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