Unas 35 tumbas del siglo VII a.C., con 90 sarcófagos y momias en su interior, fueron descubiertas por arqueólogos egipcios, según informaron los propios expertos este jueves.
Las tumbas se encuentran en buen estado de conservación, suceso que aporta elementos sobre civilizaciones antiguas.
El hallazgo ocurre como parte de las excavaciones de una zona desértica de la gobernación de Minya, donde además se localizaron 10 mil estatuillas, amuletos, máscaras de madera y vasijas —algunas con vísceras— usadas durante el proceso de momificación frecuente en la época faraónica.
El ministro egipcio de antigüedades, Khaled El-Anany, fue el encargado de explicar la trascendencia del descubrimiento, derivado de las pesquisas que iniciaron en 2017 hasta llegar al resultado actual, informó Prensa Latina.
El Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades, Mosfata Waziri, indicó a dicho medio que ahora seguirán con las exploraciones en busca de otras evidencias, y que las tumbas no están abiertas al público, pero su contenido será expuesto en numerosos museos del país.
Precisó que en el sitio funerario existían enterramientos familiares ocurridos durante las dinastías XXVI, XXVII y XVIII; y con las pesquisas determinaron que en el paraje fueron inhumados un sacerdote, un supervisor y el encargado de atesorar el sello real.
Una de las montañas del entorno sirvió como gran cantera para esculpir estatuas, sarcófagos y otros objetos.
El cementerio pertenece a la época tardía y fue hallado mientras los arqueólogos buscaban uno del Imperio Nuevo; con el descubrimiento se puede saber cómo eran los ancestros, costumbres y ritos funerarios.