BRUSELAS. El gobierno regional de Bruselas prepara una serie de acciones para impedir el servicio alternativo de transportes Uber en la capital belga, anunció su secretario de Movilidad, Pascal Smet.
La secretaría presentó una queja civil y otra penal contra la aplicación que viene generando protestas de taxistas en todo el mundo al permite a los usuarios contactar un conductor no profesional para transportarlos.
Al mismo tiempo, Smet pidió que la unidad de la policía federal belga responsable de controlar los crímenes cibernéticos (Computer Crime Unit) vigile la página web de Uber.
El secretario regional también pretende enviar una carta de propio puño a los responsables de Apple Store y Google Store pidiendo que "desactiven la aplicación", que considera la "fuente de todos los problemas" en la capital belga.
"Quiero intentar ese camino, aunque no estoy seguro del resultado", admitió en declaraciones recogidas por el diario Le Soir.
"Apple y Google afirman que tienen estándares éticos y que lo que ofrecen debe respectar las leyes locales. Aquí, esa aplicación (Uber) no respecta la ley", añadió.
De momento, la estrategia del gobierno de Bruselas contra Uber consiste en contactar con los conductores a través de falsos clientes que son, en realidad, oficiales de justicia.
Los conductores identificados de esa manera reciben una advertencia verbal y tienen sus vehículos confiscados.