HEJERE.- Las cajas negras del fatídico vuelo de Ethiopian Airlines estrellado el domingo llegaron este jueves a Francia mientras los frustrados familiares de las 157 víctimas del siniestro abandonaron una reunión con responsables de la aerolínea en Adís Abeba.
El accidente del domingo fue el segundo letal de un Boeing 737 Max 8 en menos de seis meses. Más de 40 países, incluyendo Estados Unidos, ordenaron suspender los vuelos con ese modelo o impiden la entrada en su espacio aéreo.
Tras esperar varios días, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) emitió el miércoles una orden de emergencia para que los 737 se quedaran en las pistas alegando que tenía nuevos datos y evidencias satelitales que mostraron que los movimientos del vuelo 302 de Ethiopian Airlines fueron similares a los del vuelo 610 de la indonesia Lion Air. Ese avión se desplomó en el mar de Java en octubre con 189 personas a bordo.
Responsables de Lion Air habían dicho que los sensores de su avión proporcionaron información errónea en sus últimos cuatro vuelos, lo que activó la orden automática de inclinar el morro de la aeronave hacia abajo, algo que los pilotos del último viaje no pudieron revertir.
El director ejecutivo de la aerolínea etíope, Tewolde Gebremariam, señaló que sus pilotos habían recibido una formación específica para afrontar este problema.
"Además de la formación básica dada para los aviones tipo 737, se dio una formación adicional para la versión Max", dijo Tewolde. "Tras el accidente de Lion Air se plantearon dudas, por lo que Boeing envió más instrucciones que dijo que los pilotos debían conocer".
Tewolde confía en que la investigación revele que el siniestro no está relacionado con el historial de seguridad de Ethiopian Airlines, que está considerada como la mejor gestionada de África.
Las respuestas en firme sobre las causas del accidente podrían demorarse meses. La autoridad francesa encargada de investigar accidentes aéreos, BEA (por sus siglas en francés), dijo el jueves que analizará las "cajas negras", los dispositivos de color naranja brillante que graban los datos de vuelo y las voces de cabina, que fueron recuperadas en el lugar del siniestro.
La agencia tiene experiencia en accidentes aéreos en todo el mundo, especialmente en aquellos con aeroplanos de Airbus, una empresa con sede en el país. Un funcionario de la BEA comentó que los dispositivos ya estaban en Francia, pero no ofreció una estimación sobre cuánto podría durar el análisis.
En Adís Abeba, alrededor de 200 familiares enojados abandonaron una reunión informativa con responsables de Ethiopian Airlines señalando que no les ha dado la información adecuada. La empresa apuntó que abrió un centro de atención telefónica que estaba abierto 18 horas al día para solucionar las dudas, pero las familias sostienen que no están recibiendo las respuestas que necesitan. Entre los muertos hay 35 nacionalidades distintas.
Al lugar del accidente, en Hejere, a unos 50 kilómetros de Adís Abeba, siguen llegando familiares, muchos de ellos llorando o golpeándose el pecho mientras una excavadora se movía entre las pilas de escombros. El fuselaje de la aeronave estaba cubierto por un plástico azul.
Se suponía que la última versión del avión de Boeing más vendido de la historia le daría un fuerte impulso a las finanzas de la compañía durante años, pero se ha transformado en su mayor dolor de cabeza.
Desde su estreno en 2017, Boeing ha entregado más de 350 Max en diferentes versiones que varían en tamaño. Docenas de líneas aéreas de todo el mundo compraron el avión por su eficiente consumo de combustible y su utilidad para vuelos de corta y media distancia.
La prohibición de volar con él tendrá un fuerte impacto financiero para el fabricante, al menos en el corto plazo, apuntó John Cox, un piloto veterano y director general de Safety Operating Systems. Pero Boeing se recuperará porque los aviones suelen volar hasta 40 años y cualquier corrección se efectuará rápidamente, agregó.
Las aerolíneas afectadas podrían llamar a la puerta de Boeing reclamando daños. Norwegian Airlines dijo que solicitará una compensación tras verse obligada a parar toda su flota y otras aerolíneas podrían seguir sus pasos, lo que supondría un elevado costo para el fabricante.
Boeing dijo en un comunicado que respalda la decisión de la FAA, aunque "continúa teniendo una confianza total" en la seguridad de los aviones.
Además, indicó que había recomendado suspender los vuelos de la flotilla Max tras consultas con el gobierno.